lunes, 13 de octubre de 2008

QUIERO SER DE DERECHAS

Calle Génova 13. Paso los controles de seguridad y me dirijo a un conserje que fuma un puro a escondidas.

-Buenos días. Yo pregunto por D. Mariano Rajoy.

-No está. Se fue al centro hace tiempo y todavía no ha vuelto.

-Y D. Eduardo Zaplana o D. Angel Acebes?

-También se fueron al centro y tampoco han vuelto.

Me inspira confianza este hombre y se lo confieso: Yo es que quiero ser de derechas. Verá: he sido de izquierdas toda la vida. Pero ahora ya no quedan gente como aquella. Ahora son de centroizquierda (asítodojunto) y yo me armo un lío. Lo mire por donde lo mire, nunca me coincide en el mismo sitio el centro y la izquierda. Y entonces he decidido hacerme de derechas. Cuando me dice que D .Mariano, D. Eduardo o D. Angel se han ido al centro, ¿me quiere decir que los puedo encontrar en la Puerta del Sol, Callao, Gran Vía?

-No. No. Cuando digo el centro digo el centro, pero no sé lo que digo. Me pasa lo que al chofer de Ana Botella. Le mandaba –ella siempre manda- ir al centro y el chofer no supo para dónde enfilar. Y Aznar. Y Esperanza. Y Trillo.

-¿Y con quién tengo yo que hablar para ser de derechas?

-Pues está difícil el tema. Porque debe usted ser el único. Mis jefes se empeñan en ser de centroderecha (también asítodojunto).

-Comprendo. Pero es que yo no quiero ser como Zaplana. Parece un comercial chulo de fotocopiadoras que aspira a jefe de ventas (vamos, que disfrutaría quitándole el puesto a Rajoy). Y a Acebes se le ve mucho la cruz pectoral por debajo de la camisa. Trillo me da repelús: huele a perejil, a vivahonduras. Y Esperanza, pues verá: no soy lesbiana y si lo fuera me liaría mejor con la ministra de la vivienda.

-Además, señor conserje, yo quiero ser de derechas pero sin la mala leche que por lo visto se necesita para ser de centroderechas .No me lo tome a mal, ¿pero usted ha visto el gesto de Aznar? “Mi Jose es muy simpático”, dice Doña Ana.” Pues será en la intimidad, cuando habla catalán. A lo mejor entonces se quita el bigote, se desengomina el pelo y parece un Pujol redondito y de peluche. Porque yo lo he visto con Buhs, cuando salió del rincón de la historia y se nombró jefe del mundo, y daba miedo. Y cuando hablaba con Urdaci y le aseguraba lo de las armas de destrucción masiva, qué me cuenta. Yo nunca supe si esas armas las tenía Sadan o Buhs. Después me enteré que las tenía escondidas el Tío americano y que el pobre Jose lo había entendido al revés porque todavía no había hecho el curso de inglés de CCC.

-¿De verdad, amigo conserje, que es tan complicado ser de derechas?

Sí amigo. Usted no sabe lo que pide. Si se decide a ser de derechasderechas (tambiéntodojunto) yo le podría dar pistas e incluso alguna recomendación. Entre los conserjes nos llevamos bien y me consta que el del Obispado de Madrid es un tío estupendo. El día de la manifestación contra los gayis que, dice anaguiñol, se dio de baja porque le dolían las muelas y Rouco mandó que le descontaran el día. Le han formado un sumarísimo y creo que no lo salva ni Vizcaíno Casas.

El conserje se quitó el uniforme. Yo me guardé un puromariano y caminamos del brazo hasta la calle. Nos situamos en Preciados sosteniendo una pancarta con grandes letras azules: “SOMOS DE DERECHAS” Rubalcaba y Pujalte salieron con bolsas del Corte Inglés. Se miraron con una complicidad lésbica y murmuraron: “Hay gente pa tó”


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