viernes, 3 de octubre de 2008

LIBERTAD DE OPINION

Cualquier españolito tiene que admitir que la transición española le debe mucho al diario El País. Tal vez el rumbo de la historia hubiera ido por otros derroteros si cada mañana no hubiéramos podido sentarnos frente a su tribuna. Se convirtió en un espejo grande donde nos mirábamos todos los días y nos alimentábamos de pensadores políticos abiertos. Estábamos acostumbrados, a fuerza de mamarlo, al pensamiento único y monolítico del franquismo. Y nos debatíamos con frecuencia entre la necesidad de despejar el pasado rompiendo absolutamente con él o adecuar las nuevas estructuras del pensamiento político y de la acción democrática a moldes radicalmente nuevos. La transición fue equilibrio y equidistancia. Hoy tal vez la tachemos de timorata. No se afrontó, es cierto, de forma clara lo tocante a la monarquía, pero tampoco somos conscientes, desde nuestro vivir actual, de lo que significó la legalización del Partido Comunista.

Los que por aquel entonces comenzábamos en esta tarea del periodismo, entre censuras y auténticas persecuciones, recibíamos una baño de agua fresca con la lectura de aquel periódico que era promesa de una España plural, democrática, libre, laica, despegada del aparato heredado de Fraga y volcada en un futuro prometedor. Y se construyó con solidez la libertad de opinión.

Treinta y tantos años después, el Presidente de Prisa, Jesús de Polanco expone su visión sobre la derecha española, sobre un Partido Popular siempre caminante hacia el centro, pero que no encuentra su equidistancia de ningún extremo. Y Mariano Rajoy se siente ofendido y experimenta la necesidad de defender a todos sus votantes, afiliados, simpatizantes de semejante ofensa. Y decreta un boicot contra la empresa que preside Polanco. Y exige una petición de perdón que repare la ofensa recibida. En el fondo, lo que está haciendo Rajoy es negar la libertad de expresión a un español que tiene derecho a ejercerla como Rajoy la ejerce. No pretendo defender a un empresario en cuanto tal. Simplemente quiero que nadie le niegue la exposición de una opinión que coincide con la que tenemos muchos otros.

El mismo día “de autos” el Presidente del PP. afirma que Zapatero está actuando contra la ley. Y de un tiempo a esta parte es frecuente escucharle que España está abandonada en manos de terroristas, que se ha liquidado el estado de derecho, que si no hay bombas (llevábamos tres años sin ellas) es porque el gobierno se ha entregado, que se está traicionando a los muertos, que se han pisoteado las víctimas, que el gobierno surgido de las urnas un catorce de Marzo no tiene la legitimidad necesaria para gobernar, que hay que averiguar qué conexiones tenía el PSOE con los terroristas del 11-M. ¿Seguimos? ¿Repasamos lo dicho por Zaplana o Acebes? ¿Recordamos lo que se dice contra un Presidente elegido democráticamente en las manifestaciones encabezadas por los dirigentes del partido de la derecha? ¿Hablamos de las soflamas incendiarias de la COPE donde los dirigentes populares cuentan con el aplauso de Nacho Villa, Coronel de Palma, Losantos, Luis del Pino o Pedro Jota? ¿Tenemos en cuenta las expresiones de Alcaraz pidiendo explicaciones de lo que se trae entre manos Zapatero y ETA delante de Rajoy?

Podríamos seguir. El que pueda entender que entienda.





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