viernes, 26 de febrero de 2010

M.A.R. MUERTO

Miguel Angel Rodríguez (M.A.R.) es y será para siempre un EX-Secretario de Estado. No existe en la actualidad. Ha quedado reducido a un ectoplasma de valido de Aznar-Ana Botella que le otorgaron una ración de agradecimiento por la ayuda prestada en Castilla León para derrocar mediante calumnias al Presidente Demetrio Madrid. Y ahora ese ectoplasma de plasmas televisivos, ex-para-siempre, nos revela que los partidos nacionalistas son la única ultraderecha que queda en España. Ni Manos Limpias, ni Libertad e Identidad, ni Falange Española de las JONS. ¿Qué calificación política habría que asignarle a unos grupos que pretenden la destitución del Juez Garzón por el hecho de querer investigar los crímenes franquistas? ¿En qué lugar hay que situar a una Jerarquía eclesiástica que quiere seguir dominando las conciencias como lo hizo en el pasado? ¿Radica aquí la explicación de la alianza de Aznar con CIU y PNV? ¿Será que el centro-derecha fue y sigue siendo una derecha-derecha que divisa el centro como una ilusión óptica? ¿Tan en la extrema derecha estaba situado el Partido Popular que no tuvo reparos en gobernar apoyado en partidos nacionalistas, es decir, cimentado en la extrema derecha? ¿Cómo es posible que se le reconociera al propio Presidente del Gobierno el mérito de hablar catalán en la intimidad y se anatematice ahora el catalán como instrumento de enseñanza? ¿Sigue por esa pertenencia negándose a condenar abiertamente la dictadura franquista, votando en contra de la eliminación de aquellos símbolos que nos recuerdan, NO la historia de nuestro país como se pretende, sino un pasado inundado de sangre, de muerte, de libertades fusiladas?

¿Pertenece Juan Cotino a la más repudiable derecha cuando insulta a una diputada valenciana asegurando que no ha conocido a su padre? ¿Qué decir de Esperanza Aguirre cuando tacha de “hijoputa” a un compañero de partido y prefiere encumbrar a consejero de Caja Madrid a un miembro de Izquierda Unida? ¿Dónde está situado Juan José Güemes cuando desprecia la presencia sindical en cualquier negociación?

¿Sigue añorando Mayor Oreja la placidez del franquismo y proclamando que ETA y Zapatero forman una empresa temporal de gobierno? ¿Persiste María San Gil defendiendo que por lo menos con Franco teníamos paz? ¿Confirman Ignacio Cosido y Gil Lázaro su afirmación de que el Presidente Zapatero pactó con ETA el nombramiento de Rubalcaba? ¿Repetiría hoy Mariano Rajoy que Zapatero ha traicionado a los muertos?

¿En qué espacio político hay que situar al gobierno de José María Aznar, con Aceves, Zaplana, Estarloa, Trillo inyectando en vena falsedades al pueblo español y a organismo internacionales como la O.N.U. sobre la autoría del atentado del 11-M?

Lo afirma claramente Joseph Ramoneda en su artículo “La democracia y sus sombras” publicado en El País del 21 de Febrero. Dice hablando de la transición española: “hay sombras que vienen de un mismo defecto de construcción: haber querido convertir una amnistía –probablemente necesaria- en una amnesia”

M.A.R. no existe. Pervive sólo como ectoplasma de un Aznar redecorado de peinetas.



viernes, 19 de febrero de 2010

LIBERTAD CONDECORADA

El tiempo a veces es puente con el tiempo. Cuando Franco era sólo una huella de sí mismo, unos militares pretendieron por medios pacíficos sacar a España de su sangrienta dictadura y regalarle la madurez de una democracia. Fueron perseguidos, encarcelados y hundidos en el barro de la traición y el olvido.

Han pasado muchos años. La libertad conseguida por el pueblo español dejó pasar el tiempo. La democracia alumbrada fue poniéndole espalda a la memoria. Hasta que una Ministra respetada-despreciada ha tenido el coraje de condecorar a unos hombres uniformados que empujaron la historia para que la historia fuera la hechura libre de una ciudadanía madura.

Cuando hace treinta y cinco años cayó una losa inmensa sobre el cuerpo de Franco, se lo comenté a los amigos: hay más franquistas de lo que creemos los antifranquistas. Treinta y cinco años después quedan demasiados rescoldos de aquel incendio que nos devoró cuarenta años de nuestras vidas. Hay partidos que no han condenado todavía aquel régimen. Hay una Jerarquía católica que añora aquella convivencia prostituída y adúltera. La Ley de Memoria Histórica no ha sido suficientemente empujada ni económicamente dotada para que se cumpla hasta sus últimas consecuencias, ni ha sido interiorizada por todos para redimir (que no olvidar, que no hurgar en heridas) la negritud de nuestra historia. Son muchos los que desprecian las cunetas, las tapias blancas de nuestros cementerios. Allí están los muertos, nuestros muertos, dando luz y calor a la palabra resucitada. La libertad se nos ha hecho costumbre y la costumbre siempre deshuesa la realidad. Nuestra libertad es el fruto de mucha sangre, de recuerdos provisionalmente enterrados pero con vocación de esperanza.

Militares condecorados. No por méritos de guerra, de sangre, de aniquilación. Por lucha humana y humanizante condecorados. Hacedores de libertad, creadores de espacios abiertos, de ventanales de par en par a la vida. Ha tenido que pasar el tiempo, demasiado tiempo, para que una Ministra respetada-despreciada haya devuelto la dignidad guardada, arrugada casi, cosificada casi, a unos militares de los que entonces nos sentimos orgullosos cuando Franco era sólo una huella de sí mismo.

Queda Utrera Molina cuadrado ante Millán Astray. Quedan Macarenas-Queipo-Capitanas-Generales. Queda el Valle de los Caídos descolgado de la historia. Queda una Jerarquía llorando una viudedad de pluviales negras. Quedan los que nunca se atrevieron a despojarse de su placidez añorada. Hay más franquistas de lo que creemos los antifranquistas.

Nos quedan también, están ahí, unos militares que supieron hacer la democracia. Hoy llevan la libertad condecorada porque una Ministra respetada-despreciada supo hacer del tiempo un puente consigo mismo.


sábado, 13 de febrero de 2010

OLOR A ROSAS

Según la última encuesta del CIS, Rosa Díez es la política más valorada por la opinión pública. Enric Sopena dice acertadamente que esa valoración viene a ser la prueba del nueve de hasta qué extremo se ha degradado -sobre todo a causa de la crisis económica internacional- la política en España.

La valoración que a lo largo de nuestra vida democrática se ha ido haciendo de los diversos líderes políticos ha fluctuado siempre incluso respecto a un mismo representante. Suárez, Felipe, Aznar, Zapatero (siempre se cae en la tentación de olvidar a Calvo Sotelo) disfrutaron de un aura ciclotímica cumbre-valle. Pero nunca la opinión española había llegado a la bajura de aupar un estandarte tan diminuto como Rosa Díez.

Todo el mérito de esta mujer consiste en ser una ex. Ex-socialista. Ex-consejera. Ex-aspirante. Y así podríamos seguir añadiendo posiciones. El ayer encierra un valor en cuanto engendra un presente maduro capaz de proyectar un futuro creador. Cuando el ayer es meramente un desprendimiento sin continuidad de mañana deja de ser matriz. Las rosas podridas envenenan el ambiente y hacen insoportable la camaradería con la elegancia.

Rosa del brazo de Mari Mar Blanco, mirándose en los ojos de Mayor Oreja, colgada de los balcones de Aznar. Salamanca-víctima. Exigiendo que Zapatero pida perdón por su intento de pacificación con ETA. (Quede Claro que D. José María no negoció con el Movimiento Vasco de Liberación. Se limitó a acercar presos para que el café con leche resultara más familiar) Zapatero despreciando a los muertos por ausente. Rosa, Mari Mar, Oreja, Aznar, Rajoy, añorando los paseos sábado tarde Serrano-Goya-Cibeles-Sol para desembocar en Alcaraz-Isabel- Peones Negros.

La piel de la paz, fundida con la piel de la nostalgia, desemboca en la aversión a la unión de toda la vida. Se le acabó el amor de tanto usarlo. Engañada, maltratada, perseguida, denuncia la España-rota, el aborto-de-Bibiana, el desprecio a las víctimas, las autonomías traumatizantes. La palabra es traición. El diálogo, compra-venta, la paz buscada, rendición vergonzosa.

Rajoy huele a sudor cansado, a toalla abandonada, a guerrero vencido de cuneta. Zapatero sabe a ilusión envejecida, a Obama lavado con Perlán, a Pedro Carrasco postcoital.

Queda Rosa. Sin jardín, sin elegancia de centro de mesa. Rosa-mensaje-silicona. Rosa-Obregón-de-curvas-moaré. Rosa-souvenir-de-antiguo-viaje. Rosa-plastificada-de-futuro.

Noviembre de 1.975. Noviembre amortajado con trombos en las ingles. Cruces corneando serranías madrileñas. Piedra para siempre piedra.

Febrero de 2.010. Huele a flores de Corpus toledano. Sudor. Perlán. Rosas. Se convocan plazas para limpiar la vida y sembrar esperanza esperanzada.



martes, 2 de febrero de 2010

LA ESPERANZA DE IU

“Hemos tenido la inmensa suerte de darle un puesto a IU quitándoselo al hijoputa” Me imagino la gozosa extrañeza del Coordinador general de IU, Cayo Lara. Y me imagino el descanso interior de Rajoy al saber el paso dado por la lideresa. Esperanza Aguirre, presidenta de todo como Aznar, ha preferido la entrada en Caja Madrid de un miembro de la izquierda más izquierda, a la entronización de un miembro del Partido Popular. No me cuadran los términos deslealtad, alta traición, apostasía. Debo pensar más bien en una conversión, en una caída del caballo.

La clase política ocupa el cuarto lugar dentro de la jerarquía de preocupaciones de la ciudadanía. Debiera dar que pensar un malestar tan cercano a la obsesión por el paro o la crisis económica. Los políticos deberían tomarse muy en serio la ocupación de ese cuarto puesto. En plena consolidación de la democracia, han pasado de ser solución a convertirse en problema. De ahí la apatía que equipara los diversos mensajes de los partidos. Entristece oír que todos son iguales, que buscan exclusivamente su propio beneficio, que viven de espaldas a los problemas reales del pueblo. Uno que ha vivido en la utopía y en la utopía quiere plantar la eternidad, siente un golpe fuerte, como el cabezazo de un monte, este equitativo desprecio por el quehacer político de quienes nos gobiernan y de los que aspiran a estar en el poder.

Y en estas aguas podridas, descubrimos a Esperanza Aguirre, arrancándole agallas a Rajoy, desnudando a Cospedal, degollando a Gallardón para frecuentar los brazos de IU. Bárcenas se merece el pago del equipo jurídico que le defiende porque lleva treinta años sirviendo al Partido. Nadie se lo imagina con un abogado de oficio dada su situación económica de penuria. Camps, siempre del brazo de Rita, revestido de trajes-elegantes-salidos-de-la-caja-de-una-farmacia. Ana Mato-ex-de, ignorando caballitos alados de Jaguar. Trillo amanuense de clásicos para olvidar los Yaks uniformados de muertes anunciadas. Y sobrevolándolo todo, la mente tremendista de Aznar descubriendo que nadie como Zapatero ha “hecho tanto daño en tan poco tiempo” Olvidemos una guerra que chorrea muertos, hemoptisis de un mundo sobrecogido y escuchemos a Blair apuntalándose a sí mismo, apretándose con Buhs para ayudarle a España a salir del rincón de l historia.

A Manuel Cobo hay que suspenderlo de militancia porque le repugnaba el vómito que manchaba a Caja Madrid. Y el vómito persiste porque es preferible situar a un miembro d IU antes que a un compañero que no pasa de ser un hijoputa. Respeto a una izquierda que lleva luchando con músculo mucho tiempo. Y admiro a Llamazares siempre claro, honesto y decente. Pero me revelaría contra la sustitución de un miembro de la derecha, si esa sustitución consiste en suplir a un hijoputa con el voto de una Presidenta capaz de pisar una hierba que tal vez nunca vuelva a crecer.

La preocupación de este pueblo no son los residuos nucleares, ni los emigrantes, ni la cadena perpetua. Preocupa tanta esperanza desesperanzada, tanto hijoputa traicionado por otros hijoputas.