jueves, 29 de octubre de 2015

CUCHILLOS



Tengo la sangre llena de cuchillos,
de perfiles de vientos,
de muertes reclinadas sobre el costado izquierdo.
Nos va llenando el tiempo
de inservibles minutos
amontonados como juguetes rotos,
como huesos de una historia que fue
y se archivó en la memoria.
Cuchillos de palabras con el silencio dentro,
de escalofrío y vértigo,
de coágulos de aire nunca pronunciado
porque era peligrosa la verdad, y el amor, incluso la mentira.
Y se quedaron siempre almacenados
en las trastienda donde tú nunca entraste
porque había humedades y te dolía el alma.
Cuchillos oxidados
con dientes puntiagudos
para morder la cercanía,
triturar los disfraces
y aquellos ectoplasmas que suscitan
las lunas falsas de entonces,
la silicona gris de los recuerdos,
los cuerpos derrotados
por un motín de abandonos.
No sé ni me importan tus cuchillos.
Yo colecciono gritos altos como almenas,
piedras y catapultas que derrocan estrellas
para que nadie indague
si mastico las soledades agrias
como limones con semillas de cuchillos.


martes, 27 de octubre de 2015

ALGUIEN


Alguien ha cerrado el mar,
la primavera, el viento.
Alguien ha cegado los caminos,
los ríos, el silencio.
Alguien ha cerrado la luz.
alguien lo ha cerrado todo.
Y estaba tu nombre dentro


domingo, 25 de octubre de 2015

NO SE COMO…



No sé cómo romper
los nudos del agua,
cómo abrir estas gotas de luz,
cómo desnudar la niebla
por si vives
por si estás
en los huecos del silencio.
No sé cómo arrancar
la primavera de los cerezos
y morder el fruto de sus labios
por si hundes tus raíces en la tierra
y creces como un río entre las piedras.
No sé cómo beberme la lluvia,
la nieve, los inviernos,
los recuerdos de las olas,
las ingles del mar,
tu vientre,
la gótica luna entre tus piernas
y los montes de tus pechos.
No sé cómo encontrarte
para pensarte,
para vivirte,
para sentirte,
para adentrarme en ti,
para tocar tu sangre
y convertirla en palmeras de colores.
No sé por qué
necesito crearte,
hacerte,
soñarte,
sentirme en ti,
vivir la entrega de las horas
que me van  separando
de mi carne,
de mi piel,
de mis huesos
hasta convertirme

en un recuerdo entre tus labios.

viernes, 23 de octubre de 2015

EL CENTRO ESTÁ SATURADO


El centro político está saturado como está saturado el centro de las grandes ciudades en tiempos de Navidad. Le preguntas a cualquier viandante por la dirección de  un partido político y no lo duda.
-Tome por esta calle de la derecha o de la izquierda y llega al centro. Allí lo encuentra.
-Pero yo busco un partido de izquierda-izquierda.
-Eso no existe. Están todos en el centro

Ante mi asombro, mi interlocutor me explica. El centro se hizo centro cuando murió el dictador. El centro está en el principio, como el verbo bíblico. Suárez era la Unión de Centro Democrático. Ganó las elecciones y gobernó. Fraga, dictador de toda la vida, se convirtió en demócrata de toda la vida. Fundó un partido de derechas-derechas. Y de aquel capullo de seda nació una larva de gaviota que se convirtió en centro derecha. Aznar lloró el día que D. Manuel le nombró sucesor y albacea. A Aznar le pedía el cuerpo ser de derechas como había sido siempre. Pero la historia le exigía el sacrificio de llamarse (llamarse, no ser) de centro y París bien vale una misa. EL PARTIDO POPULAR empezó a caminar hacia el centro. Pero el centro está lejos y llegar hasta él cuesta mucho. Por eso el PP está siempre haciendo el camino hasta el santuario del centro. No puede condenar la dictadura de Franco, no puede reconocer una ley de memoria histórica y el ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha dicho que no se puede condenar a los matarifes del franquismo porque si en aquel tiempo no era delito matar, no son condenables ahora por un delito que no era delito. Lo dice –repito- el ministro de justicia.

El PSOE tiene muchos años de historia. De historia de izquierdas, se entiende. Felipe, Guerra. Almunia se nos aparecieron como hombres de izquierdas. En el 82, España votó al socialismo para separarse de aquel nido de antropofagia que era UCD. Y para independizarse de la derecha. Desde la chaqueta de pana hasta los yates de hoy, parte de aquella izquierda fue girando y ahora es un centro-izquierda. Como si la centralidad tuviera un imán ante el que es imposible resistirse porque permite actitudes que escupiría una izquierda-izquierda. Y si en las próximas elecciones ganan la presidencia derogarán ciertas leyes, pero asumirán retazos de una legislación que amputó derechos de los trabajadores. Derogarán la reforma laboral, pero las indemnizaciones por despido se mantendrán porque hay que crear empleo y por tanto hay que dar facilidades a las grandes empresas. Se argumenta que los hombres y mujeres de España necesitan del capital para encontrar trabajo. Yo les diría que el capital también necesita de los trabajadores para crecer. Que el empresario arriesga su dinero. Pero no es menos cierto que el trabajador arriesga su dignidad, su inseguridad, su dependencia del buen o mal humor del empresario si no se legisla a favor del más débil.

El PSOE, perdiendo su originalidad y sus principios se convierte en Centro-izquierda.

Ciudadanos me parece honesto. Proclama sin sonrojo que es de centro-derechas. Y entonces uno se pregunta en qué se diferencia del Partido Popular. Yo avanzo una hipótesis. Rivera es Mariano después de pasar por la cirugía estética. A Mariano le venía bien un cirujano. Se le ha puesto cara de domingo cuando pierde su equipo y le ha crecido demasiado cierto apéndice de tanto mentir. Además ese tic en el ojo izquierdo (tenía que ser el izquierdo) le hace confundir la realidad: hemos salido de la crisis, no hay pobreza en el país, se crea empleo de tal forma que tendremos que buscar la manera de fabricar parados porque no puede haber un país sin parados. La sanidad, el estado de bienestar, las pensiones, la enseñanza…Todo ello ha llegado a un nivel tan alto de perfección que los demás países nos envidian. Pero es que no todos tienen una Mariano al frente. Esas minucias hacían necesario u quirófano. Y el que sale andando del vídeo del PP. no es un enfermo. Es Mariano Rajoy transformado en Albert Rivera. El pobre Moragas ha sufrido un impacto tal que desde aquí le deseamos que mejore.

PODEMOS nació a la izquierda de la izquierda. Empezó a crecer frente a Merkel, al Parlamento alemán, al BCE, a Endesa y a los fondos buitre. Vestidos de Alcampo, coleta cuidadosamente descuidada, con intelectuales serios y poniéndose sin reparos al lado de los más débiles. Todo esto le dolió mucho a Esperanza Aguirre y a Eduardo Inda. La sexagenaria volvió a la política. Abandonó a su marido y a sus nietos y vomitó terrorismo sobre sus enemigos (nunca fueron adversarios). Y cuando se vio impotente encargó a Inda que entrara en un hospital y redujeran sus neuronas a una sola que repitiera como un emoticón las mismas tonterías: Venezuela, amistad con etarras, Monedero-Bárcenas de Podemos. A Inda lo sentaban en una televisión, le apretaban un botón y repetía palabra por palabra las mismas cosas. Automatismo de emoticón.

PODEMOS dicen algunos que ha perdido esa izquierda tan izquierda y se está convirtiendo en centro izquierda.

El centro está saturado. ¿Alguien es capaz de girar a la izquierda y permanecer allí con la cabeza llena de orgullo, de lucidez y de utopía?




jueves, 22 de octubre de 2015

NADA EXISTIA



Nada existía
antes de que tú existieras.
Eres el principio de los ríos,
el útero donde nacen los montes.
Tu vientre es la palabra
donde reside el mundo,
y  se construye el tiempo.
Nada existía
hasta que el barro
se enamoró del agua
y pusieron su amor entre tus manos.
Tu soplo anduvo la sangre,
los vientos se hicieron alegría.
Alguien ajardinó el camino de tus ojos,
y organizó la hierba sembrada entre tus manos.
Nada existía
hasta que designaste la jerarquía de los vientos
hasta que fundiste tu cuerpo con mi cuerpo
y el mar  expulsó el primer gemido
rota la bolsa líquida de la luna.
Nada existía hasta que tú
pusiste nombre a las cosas
y la rosa supo que era rosa,
tomó el trigo conciencia de amapola
y el tiempo se ahormó a cada reloj
y descansa en sus agujas,
la muerte designada
que me crece por dentro.
Nada existía
hasta que tú te hiciste a ti misma diosa azul,
perfil de esperanza inalcanzable,
pan para mi boca,
zanja para que habite
mi cuerpo desahuciado,
mi cansancio infinito,
mi última derrota.
Ya está todo creado.
Sólo falta el olvido
para ir poco a poco
desalojando la tristeza,
el arrepentimiento de existir para nada.



domingo, 18 de octubre de 2015

LA SANGRE INOCENTE


Me duele la sangre de los pobres
reventada por los grandes
de las grandes potencias
mientras cenan caviar
y follan prostitutas de alto standing.
Me escuece el llanto tierno de los niños,
de las madres encinta
que inútilmente huyen
de una muerte programada
inscrita exactamente en los cráneos
protegidos con manos sin caricias,
con callos de angustia entre los dedos.
Me repugnan los patriotas que hacen patria
con la carne rota de los hombres honrados,
de mujeres con muslos de amapolas,
y forran sus bolsillos elegantes
con piel de miradas y ojos enamorados.
Siento vómitos porque me consta
que cotizan en bolsa los cañones,
las granadas de racimo
que destrozan las viñas de los besos.
Doy la espalda a tanto premio Nobel
que diseña las guerras, el hambre, la miseria
de millones de seres arrancando derechos
que proclaman en mítines electorales.
Huyo de los especuladores
que invierten en la sangre barata de los pueblos,
que aprovechan las rebajas de estómagos vacíos
para sus negocios de señores importantes.
Me escapo de los legisladores
con la boca llena de justicia,
de prerrogativas, de derechos universales
que convocan reuniones con máscaras de paz
para disimular su antropofagia interior.
Reniego de los dioses que exigen el sufrimiento humano
para aplacar su rabia
y no aplastar con su ira,
esos dioses que hacen del dolor un desagravio
y comercian la alegría a cambio del crujir de látigos esclavos.
Dioses con pontífices blancos
y príncipes que clavan espuelas en los ijares del hombre.
Tengo el alma empapada de angustia
y mi estómago destila una materia viscosa
empeñada en agriar mi esperanza.
Pero me resisto a tronchar mis deseos de paz,
mis ansias de que triunfen los claveles,
de que crezcan jardines en las escotillas de los tanques,
de que los magnalios exijan su blancura,
de que los besos se constituyan en amaneceres.
Voy a vestirme de agua limpia,
a plantarme palmeras y cerezos en los brazos
y hacer del corazón una bandera
con colores de alegría, patrias desnudas
y posible el amor tan imposible.


sábado, 17 de octubre de 2015

¿TODOS IGUALES?


Cuando se habla de políticos, es muy frecuente oír una conclusión dolorosa y según mi visión, absolutamente inexacta: “todos los políticos son iguales. Y a este concepto se unen otros que producen todavía más escozor: todos aspiran a tener poder y a robar.

A la hora de las encuestas sobre intención de voto, muchos contestan desde este prejuicio acrítico, como un dogma hueco de contenido, pero asimilado por aquello de que es un tópico que a base de ser repetido se asimila como una verdad incontestable. Todo tópico, decía Unamuno, implica un fondo de verdad. También, digo yo, en el terreno político. Todos los aspirantes a presidir un gobierno de la escala que sea, ponen por delante el servicio a los ciudadanos y la gran responsabilidad que se asume cuando se logra la meta de la elección. Todos se sienten abrumados por la responsabilidad adquirida y aseguran desempeñarla para ser el presidente de todos los españoles, de todos los andaluces o de todos los riojanos. Pero en la campaña electoral uno contempla el vuelo de los cuchillos como esas hespérides que cruzan el cielo de ciertas noches y que embelesan a los terrícolas. Y entonces la reflexión está servida: ¿viven los aspirantes su ascensión al cargo como una pesada cruz o aspiran al ejercicio del poder porque el poder erotiza, porque colma los apetitos de dominio, el deseo de estar por encima de los demás?

Le reconozco a Unamuno su análisis (nunca me atrevería a llevarle la contraria a D. Miguel) y su lúcida conclusión de que en el fondo del tópico existe un sustrato de verdad. Y a la luz de ciertas conductas, uno llega a pensar que también para algunos políticos todo es igual. De ahí que el transfuguismo esté al corriente de pago y resulte comprensiblemente lógico. Algunos emigran desde la verdad absoluta de los principios defendidos hoy y esgrimidos como dogmas concluyentes, a otros postulados para convertirlos a su vez en verdad absoluta y en principios considerados axiomas capaces de ser estampados contra aquellos que significaban el no va más de la propia existencia.

No daré nombres. Ustedes los conocen. Digamos a modo aclaración que por ejemplo U.P.D. ha defendido principios que echaban en cara que deberían ser defendidos por el PSOE y les recriminaban que no lo hiciera. Y que debería sonrojar a los militantes socialistas lo que defendía en solitario desde el partido de Rosa. Pero a la hora de sentirse incómodos en UPYD porque a uno no le asignan electoralmente el puesto al que aspiraba, abandonan los dogmas ahora vacíos y se abrazan a un PSOE del que ya no se avergüenzan por no defender lo que antes le echaban en cara.

Las diferencias entre PSOE y Ciudadanos es más que evidente. Quien defendía los postulados socialistas e impugnaba los de Ciudadanos, no entiendo cómo puede haber sufrido una caída del caballo, una conversión que le lleva a criticar  los principios que defendían y abrazar los que criticaban.

Llegan algunos políticos a la conclusión a la que se han apuntado muchos ciudadanos haciendo equivalencias y asignando igualdades a unos y otros. Esos tránsfugas proclaman implícitamente que todos son iguales por su ideología, por sus ansias de poder y por sus aspiraciones económicas. Que no son los ciudadanos que les eligen los destinatarios de sus desvelos, que no les preocupa lo más mínimo esa responsabilidad de la que hacen estandarte, sino que sólo buscan embriagarse de esa erótica que tan de moda estuvo en tiempos de Felipe.

Uno recuerda aquellos tiempos sin política. Tiempos de sable, pistola en la nuca y cunetas con ideales fusilados. Uno lleva heridas en el alma de cuando los grises, de cuando era pecado el beso en un parque porque los obispos también vivían cara al sol con la camisa nueva, cuando era subversivo leer a Sartre, a Neruda o a Federico. Cuando se nos condenaba al infierno por mirar muslos limpios de primavera, escotes con montes ocultos o labios con palmeras en el cielo de una boca.

Y llegó la muerte. Un veinte de Noviembre. Y las aceras se poblaron de jazmines y geranios de alegría. Y la libertad alternaba por las noches con Serrat, con Aute, con Paco Ibáñez. Y pudimos tutear a Europa y amar a nuestros hermanos sudamericanos y situarnos entre los países que se habían liberado de una esclavitud bochornosa.

Pudimos inaugurar la política. Y sentir el gozo de votar, de elegir a nuestros gobernantes, de sembrar distintas formas de pensar. Había llegado la democracia. Con el tiempo, hay ciudadanos que opinan que todos los políticos son iguales porque son iguales las metas prostituidas que buscan. También con el tiempo, ciertos políticos identifican poder, dinero, honores con política despreciando metas e ideologías que debían ser los guías de sus aspiraciones.

¿Todos los políticos son iguales?  Me niego a suscribir una respuesta afirmativa. A los aspirantes a puestos de responsabilidad y a los ciudadanos les ruego que cambien sus horizontes y su mentalidad.



A LA ORILLA



A la orilla de tu boca.
Tengo la distancia en los talones,
la ausencia
y esta necesidad de permanencia
a la orilla de tu boca.
Los ríos desembocan en mis manos,
en mis labios,
en estos mares azules
a la orilla de tu boca.
Existo en ti,
en tu piel.
En tu vientre nazco,
Barro  me siento entre tus pechos,
quehacer artesanal de tu carne soy.
Tiempo me haces,
me das forma,
mi alma espuma de tu saliva,
hombre

a la orilla de tu boca.

jueves, 15 de octubre de 2015

LLEVAME DE TU MANO


Llévame de tu mano.
Vamos a hacer juntos el camino que falta hasta la muerte.
Llévame de tu mano
hacia la oscuridad infinita.
Soy consciente de que existo en el tiempo,
agua y tierra enjaulada
en relojes que no entienden la ternura.
Gritan los minutos como balas contra el cráneo,
se parte en dos la vida,
se desatan las venas
y dejan ver el vacío infinito que es el hombre.
Llévame de tu mano
hacia la nada última.
Allí están los trozos de luna
que rompimos aquella noche de piernas abrazadas.
Reconozco el hueco
porque tiene mi nombre,
porque cubre la dimensión exacta
de una nada de plomo.
Alguien estampó la esperanza
contra los cristales de la espera.
Llévame de tu mano
hasta que las sombras adquieran volumen
y se espese la sangre

como un coágulo de barro
TENGO OTOÑOS



Tengo raíces de otoños en la boca.
Tormentas en cada palabra que lluevo
hasta inundarte de paisajes.
Todo termina en ti,
en ti mis labios,
mis manos,
mi sexo.
Tengo la boca llena  de tu nombre,
de otoños doloridos,
de niebla de tus montes,
de los sauces oscuros de tu pubis.
Me sostiene el andamio de tus huesos.
Hecho de ti estoy
con tu sangre prestada
en tantas noches con noches en las bocamangas de la luna.
Llené mis manos de tu piel,
de tus pechos azules
y pezones azules de jazmines.
Tenías tu vientre sembrado de palabras
con mensajes cifrados
que traducían mis labios mojados de otoños.
No puede tu aliento
con el otoño que me crece en los brazos
como un presagio de tumba,
de cenizas,
cuando desemboque la muerte de su invierno
y no haya nunca primavera.
Voy a morirme en el otoño en punto,
en la cita pactada,
sin prórroga de tiempo perdido.
Me guardaré una pregunta para que no me respondas:
¿Convivirá tu carne y mi recuerdo
en el metro cincuenta

que le asigna la vida a cada muerto?

miércoles, 14 de octubre de 2015

TE PARECES A LA NOCHE

Te pareces a la noche
tendida sobre los puentes.
Te pareces a la noche
con una luna encendida
donde confluyen los ríos
y se abren caminos
los peces de colores.
Noche tú
con las traviesas clavadas
en piel de besos oscuros.
Te pareces a la noche
de labios entreabiertos
esperando las ingles
de mares excitados.
Te pareces a la noche
con la espalda curvada
recitando a Neruda, a Lorca y Alberti.
Noche de carne deseada,
de noches, noches nocheras
entre sábanas de Holanda
y limoneros Camborio.
Noche tan noche,
vientre de yedra,
muslos que me llevé al río
creyendo que era mozuela.
Neruda, Lorca y Alberti,
trinidad de sombras morenas
y un solo amor verdadero.


lunes, 12 de octubre de 2015

ANUDADO



Anudado a tus piedras,
a las cicatrices de tus puentes,
me descuelgo hasta los huecos
de tus ojos.
Hay océanos
con tormentas en sus vientres
y delfines dislocados
escondidos tras murallas de plancton.
Hundidos en ti
se agolpan los pulmones
exigiendo árboles de aire,
lunas con brisas en la piel,
bocanadas de luz como tus puentes
por donde descolgarme
hasta el hueco de tus labios.
Hay células amordazadas,
crecidas en proporción geométrica
que mastican la vida
y vomitan muertes amargas como limones oscuros.
Pero  me anudo a ti,
a la yedra que escala tu cintura
hasta culminar la cima de tus pechos
y me salvas
de los dientes agrios
que desangran el viento que suplico.
Aspiro tu aliento creador
y los alveolos se agrandan con tu nombre
y retorna la vida como al niño
que acepta el cansancio de ser hombre.
Atado a ti seré la sombra
que te sigue,
que existe porque existe tu cuerpo,
que hunde sus besos donde nacen tus besos,
mis labios en tus labios
para que no se filtre el aire
que cosecha hematíes

en el sudor de mi sangre.
AGUA Y TIERRA



Agua y tierra, tú, mujer.
Agua y tierra, yo, hombre.
Mundo nosotros de tierra y agua.
Proporciones exactas
unificadas en adorable barro.
Somos cosmos, ríos, montes
luna de espuma en la cintura del mar.
Pero tú y yo amándonos
rompemos la lógica de esa mezcla.
Tu piel imanta mis manos.
Los labios moldean el perfil de tu cuello.
Se llaman los sexos por su nombre
y se hunden en el misterio absoluto.
¿Somos consciencia?
¿Sólo abreviaturas químicas,
tabla periódica de elementos?
¿Relámpago eléctrico
entre neuronas inalámbricas?
¿Pero dónde tu carme,
tus pechos como nidos de mariposas blancas,
la oscuridad luminosa de tu sexo,
el triunfo vertical de tus muslos?
¿Agua y tierra tú y yo?
¿Sólo barro?
No importan las preguntas.

Vamos a enamorarnos

sábado, 10 de octubre de 2015

¿GANARON LAS ELECCIONES?


Rajoy, Rato, Aznar, Aguirre. Ruedan estos nombres insistentemente por la prensa, la radio, las televisiones. No hay comentarista que se precie que no exponga su visión sobre estos personajes. Hasta el punto que uno piensa que las elecciones se han celebrado ya y las ha ganado este totum revolutum que forman los rostros de quienes aspiran a gobernar, de quienes sacan los colores a sus antecesores, o de quienes deberían taparse las vergüenzas que otros destapan.

Rajoy persigue la reelección. Le pesa el dedo del padre Aznar quien debería pedirse perdón a sí mismo por el disparate de creerse un dios capaz de encomendar la salvación del mundo a Mariano. Pero Aznar es un inmenso ombligo con la vista cansada de tanto contemplarse, de ensalzar sus hazañas, de ser consciente como nadie de la existencia de armas de destrucción masiva y de aquel flequillo que afeaba la fotos de los tres (cuatro en realidad) mosqueteros  que ascendieron a la gloria de la historia con las manos manchadas de sangre irakí, de sogas que apretaron el cuello de Sadam hasta romperlo, de llevar la democracia del dolor a un país que todavía hoy se derrama por las calles como consecuencia de visionarios ilustres como los de la foto. Los salvadores de patrias son siempre opresores de ciudadanos. Existen los dictadores de corbata que pisan las espaldas más democráticas. Y Aznar, emperador de barro y mercadillo, sólo sirve para ir pregonando sus propias grandezas e ir coronándose como catedrático de sus logros.

También Rato parece haber ganado las elecciones. Fue el mejor ministro de economía y hacienda. El milagro pequeño del bienestar  (el grande fue Aznar), que puso a España en el carrusel importante de las naciones importantes. Pero ahora le votan los jueces, los fiscales, los que le ponen la mano en la nuca para alegría de unos e indignación de Marhuenda. Y aquel que puso en pie la economía tuvo que esconder la suya en la amnistía de Montoro.

Aguirre sigue reptando, arrastrándose ante sus propias mentiras para ver si es posible aún ser alcaldesa o suplente de Rajoy. La sexagenaria incapaz de ver la corrupción que ella engendró como una de esas madres que arrojan por el wáter al hijo de sus entrañas y tiran de la cadena como si las cisternas encerraran un poder de abssolución y encubrimiento de todas las falsedades. Nos mintió hasta el punto de decir que se retiraba por una grave enfermedad (de la que por suerte está recuperada) y por el amor que a su edad sigue sintiendo por su marido y sus nietos. Y mentía. Se metió a cazatalentos, pero recordando a Granados y a tantos otros, se dedicó en calumniar a Carmena y a empujar a Rajoy para despeñarlo del helicóptero del poder. Pero en helicóptero viajaba también ella y ahí está, arrastrándose y reptando como si del director de La Razón se tratara.

Y Rajoy asegurando que su gobierno ha sido fantástico, pero que no han sabido explicar lo que han llevado a cabo durante estos cuatro años. Pero yo pienso que lo han expuesto tan bien, que ha llegado a todos los sectores. Los trabajadores han entendido que la reforma laboral era una inmensa pérdida de derechos. Los estudiantes han comprendido que sólo unos privilegiados tendrían en adelante la posibilidad de estudiar. Los científicos han asimilado que deben seguir cumpliendo con su deber, pero en universidades extranjeras. Los dependientes han tomado conciencia de que el gobierno no tiene ningún interés en quienes no producen al cien por cien. Los enfermos han concluido que son sólo mercancía. La tercera edad sabe que han vuelto a ser simplemente viejos con la obligación de llenar los estómagos de hijos y nietos con cuatrocientos euros. Los jóvenes han tenido claro que deben someterse a la movilidad exterior, que es una situación muy superior a la de emigrar para limpiar retretes. Y así podríamos seguir.

Por una parte llegamos a la conclusión de que el gobierno ha explicado meridianamente toda su gestión puesto que la totalidad del pueblo ha entendido lo que han realizado en esta legislatura. Por otra, deducimos que las promesas que se nos hicieron estaban falseadas de raíz a la vista de lo realizado una vez llegados al poder. Todavía, después de cuatro años, Rajoy sigue culpando a la herencia recibida de lo inexplicablemente explicado, Es como la atenuante que busca un maltratador en el ejemplo visto en su infancia. Nadie puede escudarse en esa herencia a no ser que trate de demostrar la debilidad de su proceder y su incapacidad para realizar autónomamente su propia aventura.

Rajoy, Aznar, Aguirre. No sé si estamos en tiempo preelectoral por el brillo de tanto puñal, o si ya han ganado las elecciones y entonces los puñales se dirigen hacia la ciudadanía.


viernes, 9 de octubre de 2015

CARNE DE SILENCIO


Carne de silencio, tú,
de distancia.
No alcanzo
la altura de tu boca.
Imposible el beso,
y el eco de su sombra .
De pie mi hombría, no consigue
la comisura de tus labios.
Inútil preguntar la dirección de tu piel,
la altura de tus montes
escalados en noches antiguas.
Nadie indica la desembocadura de tus ingles,
la plaza de tu vientre,
la oscura cosecha de amapolas
que decora tu misterio más hondo.
Hasta ti mi palabra,
hasta tocar tu carne de silencio.
Ante tu boca
los labios asombrados.
Soy lo imposible,
lejanía sólo,
gemido sólo de otro tiempo,
del entonces,
del siempre,

tal vez del nunca.
SE INCENDIA LA PIEL


Se incendia la piel
Y detrás de la piel muere
ese toro con los ojos vendados
que busca la femoral
en las ingles del tiempo.
Alguien roció de soledad
la hermosa penumbra de tu sexo
para degollar tus trigales
y talar los cerezos
donde colgaste tu luna
aquella noche sin noche.
Se incendia la piel
y huele a piel el aire
debajo de las sábanas.
Desnudos como un río,
en llamas tu piel,
mi piel ardiendo,
fundidas las cenizas,
indescifrables los besos,
concretando las manos tus caderas,
recitando tus muslos,
regresando a tu boca
y al campamento de tu espalda.
No busco la seguridad,
sino el vértigo de tus pechos.
Vamos a incendiar la noche
escondida en el hueco de tu nuca,
la piel de la noche,
la carne azul de las estrellas.
Vamos a desnudar al mar.
El amor es así,

un incendio que comienza en los ojos.

miércoles, 7 de octubre de 2015

MIRADA


En tu mirada.
En el vientre de tus ojos.
En el amniótico líquido de tus pupilas
donde madura el cuerpo
de la palabra nunca pronunciada.
En tu mirada
donde te crecen palmeras,
con oasis de amapolas azules
y agua entre tus pestañas.
Ahí, en tu mirada,
en la calle que termina en mí mismo
porque me das a luz
si me recuerdan tus ojos.
En tu mirada cerrada
cuando los labios sellan
la carpa de tus párpados
y lanzas mundos de colores
como pompas de alegría.
En tu mirada
quiero vivir
para llegar a ser
la piel que besas,
que abrazas.
que deseas cuando la ojiva de tu sexo
se abre como un mar
para albergar  primaveras
en las ramas de su espuma.
Déjame existir,
ser simplemente mirada,

tu mirada.
ME DA MIEDO ENAMORARME


Me da miedo que mi vida se vaya convirtiendo en una magma de miedo. Ultimamente tengo la sensación de que quien se acerca a mí, viene con una pistola en el pantalón vaquero y cuando me aproximo a alguien me asalta el temor de que lleve un puñal en el sujetador. Creo que les llaman fobias a estas sensaciones sin fundamento y que es necesario ponerse en manos de algún profesional para ahuyentarlas.

Yo no era así, pueden creerme. Cuando alguien me abordaba en la calle, siempre pensaba que venía a preguntarme la hora y que mi deber era decirle que estaban al caer las nueve menos cinco y que ahorraba tiempo si tomaba la línea seis del metro. Era un deber no sé si cristiano, pero ciertamente un deber ciudadano. Y cuando una chica me pedía fuego, pensaba inmediatamente que le atraía la idea de tocar mis manos mientras protegía la llama del mechero con las suyas e imaginaba que aquel contacto podía llevarnos a besarnos una tarde junto al río y acariciarnos el alma una noche con luna. Y nadie me había recomendado visitar a un sicólogo por esta confianza, a lo mejor excesiva, en los demás.

Los extremos se tocan, dice uno de esos refranes que todo el mundo aplica, pero que están cargados de resentimiento, de falsedad y que seguro los inventó alguien con la leche cortada una mañana de resaca. El caso es que ahora parece que se me cortó la digestión con un don simón avinagrado y sospecho del liguero (siempre me resultó excitante) de la veinteañera que termina su tesis en un portátil y del señor que se fuma un fortuna porque esconde seguramente un pirómano.

La veteranía es un grado. Otra tontería que consiste en darse pisto como viejo mientras uno se muere de envidia por una juventud perdida. La veteranía da arrugas, achaques, joroba, cansancio y por eso tanta crema que disimula, tanto perfume que rejuvenece, tanto desodorante que vuelve locas a las chavalas del instituto.

Confieso que estoy asimilando la veracidad de eso de que la veteranía es un grado. Seguramente necesito mentirme a mí mismo. Y aquí está el problema. En la mentira. Si soy capaz de mentirme a mí mismo, de qué serán capaces los demás? Los políticos, por ejemplo, aseguran que sienten el peso de la historia por la responsabilidad que se les ha venido encima. Dicen además que están ahí sobre todo para ayudar a los más desposeídos (observen el término: un desposeído es alguien a quien le han quitado sus posesiones). Pero en realidad, vienen a indultar a los encargados de desposeer a los demás y convertirlos en pobres de solemnidad. ¿Estás usted pensando en la banca o en los banqueros? Rato era el mejor ministro y estuvo a un dedo de ser presidente de gobierno y ahora resulta que es un ratón. Bárcenas fue de todo y ahora es “ese señor”, un delincuente. Matas, Granados, Pujol y mil cuatrocientos más que convirtieron su vida de servicio es una casa de la moneda que fabricaba billetes para conservarlos en paraísos fiscales. Todo el mundo los llama corruptos. Pero con frecuencia olvidamos a los que más miedo me dan y que son los corruptos de la palabra. Quien roba dinero está destrozando un presupuesto. Quien prostituye la palabra está haciendo añicos la democracia. Cuando se promete una vivienda digna, la creación de empleo capaz de dar desahogo económico a las familias, frenar los desahucios, hacer de la vejez una jubilación, convertir la sanidad en una universalidad del derecho a la salud, ayudar a los dependientes a que su vida sea una alegría, y se comprometen a  llevar adelante una educación que haga del porvenir un futuro, a sabiendas de que es falso todo lo prometido porque de antemano se conoce que se va a llevar a cabo un programa que por ideología haga de los pobres seres más pobres y de los ricos seres más ricos, uno se sobrecarga de miedo a los políticos y termina diciendo que todos son iguales, que buscan lo que buscan, que los columpios giratorios son una costumbre de vivir la política.
.

Uno se sentó un día a tomar café con una papeleta de voto entre las sonrisa y la alegría de una democracia conseguida a base de músculo, lucha, sudor y consciente de que ahora esa papeleta envolvía el fruto de esa sangre que salpica la libertad ahora coartada. Y cuando se viene abajo esa hermosa torre de promesas urgentes para recuperar la dignidad y se llega a la conclusión de que te han mentido en tus ojos, el miedo se instala y huye de la política y hasta dice aquello de que voten otros.

Desde la barra del bar donde por misericordia me han dado un bocadillo de mortadela, contemplo la luminosidad de ese liguero que enmarca un muslo de veinticinco años y que siempre me excitó. Ahora cambio la mirada y evito el deslumbramiento de su piel porque hasta tengo miedo de enamorarme


martes, 6 de octubre de 2015

ALLI DUELE


Duele al noroeste de mi cuerpo,
donde la clavícula es un mástil abatido
y el omóplato un mundo deshabitado.
Allí duele.
Ahí cabalgan células desbocadas,
Atilas con pezuñas de bronce
que humillan la belleza de la carne
y matan la hierba verde de la piel.
Allí duele
donde empieza la muerte,
según lo certifica un tac frío, sin conciencia
que decreta que los besos se destruyen
al noroeste de mi cuerpo.
Allí duele,
donde la radio incendia las fronteras
y pretende aplastar la rebelión del barro
que se hace pedrada por la espalda.
Allí duele,
contra la indefensión de la razón
que sufre el absurdo poderío de la nada.
Por el noroeste de mi cuerpo
se vacía la vida,
catarata de polvo que desemboca
en un columbario de nostalgias.
Allí duele
hasta que me acostumbre
a la muerte dilatada como un río sin cauce,
como el desorden de un caos sin leyes.
Al noroeste,
donde empuja un toro con los ojos vendados.


lunes, 5 de octubre de 2015

ESA NADA



Nada frente a la arena humana.
Una llanura desierta frente al barro.
Se ha hundido el mar
en un hoyo infinito.
Bosques enterrados,
ramas clavadas de espaldas a la luna.
Ríos que apostatan de su cuerpo,
Lluvia colgada de un paracaídas
para que no moje las miradas perdidas,
miradas apátridas,
huérfanas hasta de dolor.
Nada ahí, donde debiera estar el todo del mundo.
Estrellas rotas en pedazos imposibles de re-unir.
Montes incapaces de fraguar sus músculos
reventados como cráneos con metralla.
Es tal vez la nada,
esa que encuentras cuando se muere la muerte
y el viento se lleva tu colección de besos,
tus recuerdos íntimos de pieles
que rozaron tu piel,
los jardines de besos de tus labios,
las caricias de sexos hermosos
guardadas en tus manos.
Es tal vez la nada.
clavada en una extraña cruz,
tapada con un sudario por la vergüenza de ser nada,
sin desclavar para siempre,
sin que nadie la descuelgue
y la pose en el regazo de una virgen dolorosa.
Frente a la nada, mi barro sin memoria,
sin ayer,
sin mañana,
sin hoy.
Sólo nada.


domingo, 4 de octubre de 2015

DESDE MI LEJANÍA


Vengo desde mi propia lejanía,
desde la distancia que media entre mi espalda y mis ojos.
Vengo de un mundo que nunca vi completo
porque Ionesco asegura que nos faltan pupilas en el cráneo.
Soy camino.
Estoy al final de mí mismo,
distante como un horizonte inapelable.
Ni siquiera seguro,
sólo incierto.
Existo como una noticia inventada,
como un rumor callejero  que nadie afirma
por miedo a mentir sobre la realidad que soy.
Vengo desde mi propia lejanía,
sin preguntar a nadie
porque nadie camina mi camino oscuro.
Soy una soledad absoluta, metafísica, inconcreta.
Soy si soy,
porque la existencia no es nada seguro,
porque es incertidumbre,
magma de oscuridad,
lava intocable que abrasa,
que licúa la carne
y la convierte en piel no apta para labios tiernos.
Vengo desde mi propia lejanía.
Acumulo cansancio de mí mismo.
Voy a quedarme en mi cuneta,
adormilado,

a pedir una limosna de amor por amor del  amor.
NO SE…



No sé a qué huelen los silencios
cuando los pronuncias tú.
Fue tu palabra última,
caracola sin voz,
sin mar, sin olas, sin ecos.
Callada caracola
de aquella vida anterior
cuando intercambiábamos la sangre
y el calor de las manos en tu espalda.
Nos bastaba la sonrisa.
Entonces nos bastaba
el roce de las sombras,
la piel de nuestras sombras
dormidas en la hierba.
Nos bajamos en una estación equivocada.
No supimos preguntar a las aceras
por las huellas de los besos.
Perdí la memoria de tu vientre,
la cóncava nostalgia de tu pecho,
y ese río de chanel y madrugadas
con sábanas soñándote,
imaginando la luz incorporada.
No sé desde entonces a qué huelen tus silencios.


viernes, 2 de octubre de 2015

YO NACI A LAS AFUERAS


Los existencialistas del siglo pasado nos asignaron una presencia en el tiempo (el hombre es un ser en el tiempo) un destino inapelable (el hombre es un ser para la muerte) una mundanidad que globalizaba nuestro ser. Ninguno nos asignó una cuna en el mapa, un lugar preeminente en el globo terráqueo, un punto que nos identificara  como una marca definitoria.

Nacimos en un lugar porque somos seres en el espacio, pero sin bajar a la nimiedad de la cuna. La geografía no está incorporada a lo más profundo del ser humano. Es tal vez una casualidad que acontece porque en primavera es más cálido el sol en un sitio que en otro, porque el beso después de aquel café inesperado llevó a la caricia suprema del encuentro.

Y sin embargo hemos interiorizado hasta tal punto nuestro lugar de nacimiento, que hemos hecho de la patria chica el ombligo de la patria grande y de esa patria grande la concreción de lo perfecto, lo inigualable, el vértice donde se apoya el mundo y la historia. Y ahí surge el patriotismo: como una piedra en el agua que va ampliando su quehacer en círculos concéntricos, describiendo el apego, el cariño y el ánimo de defensa de lo nuestro, concretamente de nuestra patria.

Los poderes han plantado su tienda en esa patria y bajo el pretexto de no perder su posesión, han ido inyectando en sus coetáneos un amor capaz de llevarlos a la muerte por defender la tierra poseída por otros y para bien de otros.

Tan dentro de las venas se nos ha metido el concepto patria que sentimos el orgullo de que nuestros soldados maten a otros seres humanos para defender esa territorialidad. Dicen que hay ciertos animales que la marcan con elementos líquidos de su cuerpo. Nosotros los marcamos con mallas de cuchillas que desgarran o con armamento que destroza cerebros y que justificamos como elementos imprescindibles para prohibir la entrada de otros en nuestra tierra (que en realidad es la tierra de unos poderosos).

Y lo que ya desborda esta incardinación geográfica es que un grupo de los nuestros, una comuna hasta ahora integrada en las coordenadas más hermosas quiera marcar su territorio con ladrillo vito, levantando una muralla-frontera.  Algo de eso se viene planteando desde hace tiempo en nuestra querida patria sin tener en cuenta que España es UNA, GRANDE Y LIBRE. Y hasta el Cardenal Cañizares, alto jefe de la santa cruzada, ve inmoral que algunos quieran expatriarse, aunque debe parecerle bien que el hambre y la miseria astille la piel de quienes tratando de buscar pan y agua para sus estómagos hinchados de angustia y desesperanza, saltan por encima del desgarro. Y el Espíritu Santo, autor de ese rompecabezas que fue nuestra patria hasta que Pelayo, hasta que Fernando, hasta que Isabel, hasta que el caudillo por la gracia de dios y dueño de tierra, mar y aire impuso su bota militar y la entregó al sagrado corazón de Jesús-en-vos-confío.

Y han llovido los argumentos. Queremos tanto a esas gentes que no podemos permitir su marcha porque fuera de las alas de la madre protectora se van a quedar helados. Hace mucho frío por los Pirineos. Además, se van a quedar sin el cariño de Europa, sin el regazo de Merkel, sin la ternura de Cameron, sin los besos de Sarkozy. No es egoísmos. Es puro amor lo que sentimos. Que nadie lo confunda con posesión. Amor paternal, maternal, amor a primera vista. Es duro que nuestros hijos se nos hagan mayores y se enamoren y se nos vayan tras el cuerpo de esa hermosa vecina que se llama independencia. Con lo ricos que estaban con su baby de guardería, dibujando a papá y mamá sobre las cuadrículas de un cuaderno. Se nos quieren ir porque no les queremos, porque no les dejamos salir los fines de semana, porque no nos gusta que vayan con chicas que quieren su autonomía para malearlos. Somos un amor incomprendido como casi todos los amores.

Tengo conciencia de ser para la muerte, de ser en el tiempo, de mi mundaneidad. Pero ahí pongo los límites. Se me acaba el verbo SER, muy anterior e infinitamente más importante que el ESTAR.


Tal vez no nací en ningún sitio. Tal vez nací a las afueras.

jueves, 1 de octubre de 2015

ALIENTO



Vamos a tocarnos el aliento
con estos labios recién hechos,
con besos creados
para tu boca concreta.
Vamos a rozarnos la piel,
a divisar tu silueta dibujada
como un arco iris
de lluvia fundida con el sol.
Quiero nombrarte,
llamarte encuentro,
y acariciarte los ojos
como quien descubre el infinito.
Pretendo la palabra
a tu palabra abrazada.
Pero no me pronuncias
y escuece el silencio,
y cuando digo tu cuerpo
hay una sombra infinita,
quieta, escondida
para que no toque tu aliento.
Busco las señas de tus manos
en el desorden de los armarios.
A lo mejor no existes
porque no está el perfume de tus ingles
en la cama enamorada,
A la almohada le duele
el hueco de tu nuca
y tu pelo olvidado.
Quiero andarte el aliento,
descalzo para no lastimar
las huellas grabadas en la ausencia.
Moldear tu aliento
como cuando hacíamos besos artesanos
y pegábamos las astillas de las lenguas
con saliva bendita.
Como cuando creábamos tu aliento
y el mundo adquiría el sentido necesario
para seguir siendo mundo.
Quiero encontrar tu aliento
y llevármelo allí,
donde el recuerdo

es tan sólo recuerdo.