sábado, 31 de julio de 2010

ESPAÑA ROTA Y ENTERRADA

Se nos va rompiendo poco a poco. Como un amor de playa adolescente. Como el trago de vino y de caricias, con la luna brillante de besos y de olas erectas. Se nos ha roto España entre las manos como una madre hermosa desangrada en el parto primerizo.

Menos mal que Mariano, que Esperanza, que Jaime, que Iturgaitz. Un día se fueron a Pamplona, envueltos en banderas. Gritaron contra Zapatero entreguista de Navarra al País vasco. España rota.

Luego llegó el estatut. Mariano otra vez. Otra vez Esperanza. María Dolores-Soraya suplicando el boicot del pan tu maca. Trillo-González Pons sacando a San Aznar-milagro en rogativas para que lluevan cuatro millones de firmas que escayolen la fractura nacional. Creció el anticatalanismo, y pretendiendo que Cataluña no se separara politicamente de España, se consiguió que España se separara afectivamente de Cataluña.

Llega ahora los toros ausentes. Otra hendidura. Puyazo desde el caballo altivo y puro del nacionalismo. Debilidad chorreada. Consecuencia por drenar todo lo que tenga divisa española. La unidad se desangra por la cornada exacta. Se le veía venir cabeceando al Parlamento autonómico.

Aznar habló catalán en la intimidad. Después se le rompió la hermosura nacional entre las manos. Pujol vivió amoríos espúreos con D. José María y lloró su adulterio cuando el emperador del Escorial se enamoró de Buhs, se empeñó por amor en una guerra, terminó olvidando el catalán y hablando un inglés-mejicanizado. A Mariano se le ha caído el fernando-isabel que tenía sobre la TDT y ha perdido la cartera donde llevaba a Camps, Rita y Esperanza. Se le ha despeñado la unidad que lucía sobre el mueble-bar. Vencido y desarmado el enemigo, puede ser uno de abril como fiesta imperial de las gaviotas.

País de osamenta astillada. Pero puede regenerarse. Mariano-Presidente. Y España lucirá cintura torera y brindará al mundo su hechura rojo-y-gualda. España vital por fuera, pero amorcillada por dentro, apoyándose en tablas. Lo vaticina Antonio Rouco. Augura la desaparición de las sociedades que han optado por el aborto. Nos previene contra las teorías socio-biológicas que “evocan el nacional-socialismo al negar el carácter específico de la vida humana, incluso que los recién nacidos sean personas por carecer de conciencia o defienden que una cría sana de simio tiene más derecho a vivir que un feto y hasta un bebé con alguna tara psíquica o física” “El proceso de envejecimiento que arrastran las sociedades europeas desde hace casi cuatro décadas está acelerando su “desaparición” como expresión cultural propia e inconfundible” Y esta desaparición no se evita con la inmigración porque “es una solución sociológicamente precipitada y muy corta de vista, muy interesada y egoísta en el fondo, que no resuelve a medio plazo los problemas económicos ni sociales ni despeja el peligro cierto de la desaparición de nuestra cultura, que se quedaría sin fuerza física ni vigor moral para sostenerse”. “Lo más triste es que ésta antropología radicalmente materialista haya encontrado un caldo cultural y político de cultivo en las sociedades europeas postmodernas, erosionando el propio sistema jurídico del Estado de Derecho, fundamentado en el carácter pre-político de los Derechos Humanos”.

España está rota y muerta. Rouco y Rajoy entonan un gregoriano triste.

viernes, 30 de julio de 2010

SERIEDAD POLITICA

Ser políticamente de derechas debe ser tan serio como ser políticamente de izquierdas. Y en consecuencia tan respetable Pero tanto la derecha como la izquierda tienen que ganarse la respetabilidad en base a la seriedad. Y la seriedad prohíbe los mensajes absurdos, la falsedad, la calumnia, el desprecio y cualquier actitud que lleve a la ciudadanía a la desafección, a pensar que los políticos son el tercer problema más importante que tiene la democracia, al desinterés más absoluto como si la marcha de un país fuera una tarea de unos pocos que permite a la mayoría desentenderse de su responsabilidad en el quehacer común.

Cuántos se dejaron las uñas para llegar a una vida en democracia. Costó mucha cárcel, mucha muerte, mucha dignidad pisoteada, mucha libertad yugulada. Guardamos en la memoria la factura de muertos, de olvidos, de orfandades, de viudas de pañuelo y pena negra. Llevamos también en el alma la alegría de aquel día que nos puso la anchura del aire en la palabra, el mar abierto en los pies y la luna infinita en la solapa. Habíamos llegado y ahí estábamos, “guardando miedos e iras porque hay libertad”. La Constitución, las primeras elecciones, la tranquilidad de que el otro ya no era un confidente, sino un compañero de viaje para hacer caminos y sembrar esperanzas. Era posible Alberti rimando hemiciclo con suspiro. Tomamos café don Federico, Celaya, Semprúm. Se leía a Sartre y la Populorum Progresio. Fue hermoso porque todo se hizo futuro entre las manos.

Hace unos días, un parlamento plenamente democrático, aunque algunos lo pongan en duda, tomó una decisión sobre la celebración de las corridas de toros. Hubo lágrimas de pena y de alegría, verónicas de temblor y puertas grandes para sacar a hombros la ternura. Creo que había que tomarse esta decisión con serenidad, con grandeza de espíritu, con el equilibrio que da la vivencia en democracia. Cabe disentir. Cabe el aplauso. Pero hay posturas inadmisibles por poco serias.

“Prohibidos bollos y chucherías en los colegios. Prohibida la venta de tabaco y alcohol a menores de 16 años. Que aborten a discreción, que para eso se ha elevado la aniquilación de niños indefensos a la categoría de derecho inalienable de la mujer, pero nada de tomarse un mojito” Lo afirma Isabel San Sebastián. Y mezcla lo anterior con la prostitución” Cuando Zapatero muestra su deseo de prohibir los anuncios de prostitución en la prensa lo que realmente desea es eliminar la prensa misma, atentando contra la libertad de expresión.

Esperanza Aguirre tacha de “casposa y liberticida” la decisión del Parlamento catalán culpando a Zapatero como responsable último. Y su valido David Pérez afirma que el socialismo español es idéntico al comunismo soviético. “Persigue a quienes comen golosinas mientras permite que las niñas tomen la píldora abortiva como si fuera eso, una golosina”

Jaime Mayor Oreja, al que nunca hemos oído hablar de economía, de infraestructuras, de vivienda, de educación, de sanidad, de empleo y sí de extrañas coaliciones entre Zapatero y ETA, de absurdas colaboraciones entre terroristas y Gobierno para destruir España, asegura con la claridad mental que le caracteriza que la prohibición de los toros en Cataluña es “una venganza por el éxito de la selección nacional de fútbol”

¿Por qué serán los políticos el tercer problema en orden de importancia para los ciudadanos?






lunes, 26 de julio de 2010

ARBOLES DE SOMBRA NEGRA

El árbol genealógico está siempre ahí. Albergando magnolias, columpios de niños rubios o ahorcados de nostalgia. Está ahí. En los jardines de la sangre. Como testigo de que somos tiempo, sólo tiempo. Embrión engendrado desde antes. Cangilón enganchado para mojar la muerte. Tiempo. Sólo tiempo.

No elegimos el árbol. Se nos da enraizado y gratuito. Cargado de magnolias, columpios de niños rubios o ahorcados de nostalgia. Está él y nosotros estamos. Los hay que no tienen jardines en el alma e ignoran su tierra primigenia, su vientre original. Se llaman Pérez Rodríguez y no necesitan un ayer constituyente. Nacieron simplemente de un zigoto con nueve meses de antigüedad, sin derecho a indemnización cuando los echaron a la vida algún diez de febrero de mil y mil no sé cuántos. Padre agricultor con boina. Madre-Singer de sisas y costuras. Ningún árbol para cobijar la alegría, el primer beso y el sexo inaugural. Ayer al aire libre. Como el hoy y el mañana. El porvenir o el futuro, que nunca tuvo clara la diferencia exacta.

Están también los otros. Los que reivindican. Los que saben de sus raíces, de su marca a fuego en la cadera. Grabada la sangre con bravura de la historia. Y escarban hasta el origen, hasta la piedra primera. Y lo transplantan al salón, enmarcado en primaveras para que florezca el orgullo. Un Vivar, un Colón, Un Cortés de los Hernán según dicen.

Luis Alfonso de Borbón es bisnieto. Rey imposible de Francia. Hijo de padre degollado por la nieve. De madre indescriptible, carne barata de plasma, TDT con celulitis caqui, nieta-muy nieta de uniforme y estrellas para una España explotada, reventadas las venas, encharcada de angustia, tapia simplemente y tierra, con sus muertos sin nombre, sin cruz amontonados.

Luis Alfonso de Borbón es sobre todo bisnieto. En realidad sólo eso. Pero exige su árbol, su sombra al calor de la historia. "Franco creó la clase media española, creó bosques, embalses y carreteras. Se empecinó en que su país no fuera a la guerra y que no se instalara el comunismo. Evidentemente, hubo una guerra civil, pero él no la hubiese querido" La oscuridad a veces se confunde con la ceguera. La clase media española. A ella se refería Alfonso Sastre (creo que era él) con su obra “El nudo de la corbata” Decía el dramaturgo que daba prestigio llevarla atada al cuello por aquello del status, pero apretaba el nudo hasta prohibir la entrada más elemental de aire. Clase media con enfisema encubierto, disimulada la oxigenoterapia, pero mortal. Bosques, embalses, carreteras. Como un mecano macabro: primero se bombardean y luego se reconstruyen. Y de paso se aplasta el pensamiento, la libertad, la poesía, la ciencia, la educación. Se hunde la flota para luego jugar a papiroflexia con barquitos de papel. Nos libró del comunismo, dice el bisnieto. Franco, libertador. España tragándose su propia soledad. Franco cruzado contra el hereje ateo, por Cardenales bendecido, indulgencia plenaria bajo palio, caudillo por la gracia de Dios, muerto como hijo fiel de la Iglesia.

Luis Alfonso de Borbón bisnieto, sólo bisnieto, reivindica un árbol maduro de pistolas, sin magnolias posibles, sin columpios de niños, sólo ahorcados de nostalgia. No perdona (su bisabuelo tampoco perdonó nunca) que “se derriben estatuas y se rebauticen las calles”

Te lo aseguro, Luis Alfonso: hay árboles que queman con su sombra. Sólo los purifica el olvido y la tormenta. Hay cenizas que infectan los jazmines y es mejor que no abonen los claveles.

viernes, 23 de julio de 2010

SER MUJER, UN DERECHO

El amor es la hechura de la libertad creadora. Sólo existe lo amado. Está en la base del mundo, en su cohesión y en su apertura a la infinita poesía de lo eterno. Es gratuidad, oferta, donación. Regalo de quien ama para hacer del amado una existencia.

El amor no discute con los límites de la legalidad. Está más acá, más allá. En los hondones del ser. Nunca bajo fianza. No sometido a precio bursátil. “Ama y haz lo que quieras” decía Agustín el africano. El amor es empuje de insumisión contra la gravedad imantada de Newton. Amar no es un verbo reflexivo. Siempre el otro como sorpresa, como misterio, como oscuridad iluminada.

Francisco Gil Hellín es Arzobispo de Burgos. Burgos vertical, fría y castellana. Bibiana es mujer-ministra-juventud, con aires del sur en la cintura. “Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo” Bibiana-ministra es compañera de mujeres muertas por hombres que no saben de besos. Preocupada por mujeres empotradas en burkas seculares, sin valores civiles, mujeres-pecado, expulsadas de paraísos vitales, mujeres-obligación-sin-derecho, mujeres lapidadas de desprecio, hermosura violada por ser hermosura, mujeres con la dignidad amputada como clítoris tribales.

Francisco-Arzobispo vive acostumbrado a mandamientos grabados mármol. Cuelga su doctrina de la ley natural porque concibe la existencia como agua petrificada, tiempo cosificado, sin devenir la historia. Vive el amor como ausencia, piel sin piel de hueso descarnado. Sublima (¡qué concepto!) el amor de tierra que ama tierra hacia un Dios aplazado. Sólo entiende a la mujer en cuanto ser descendiente de un costillar extraño, hundiendo sus raíces vivenciales en el hombre. De esa altura masculina baja y abajo debe permanecer, alimentándose de lo que Adán quiera concederle, de las migajas perdonavidas que él le otorgue. Francisco-Arzobispo pertenece a una Iglesia que no firmó la Carta de Derechos Humanos promulgada por la ONU. Concibe la ordenación sacerdotal de la mujer como un pecado gravísimo según afirma Benedicto XVI en un documento donde condena también la pederastia (la conjunción de ambos temas da mucho que pensar y arrastra a terribles conclusiones) Francisco-Arzobispo anatematiza la Ley de Salud Sexual y de La Interrupción Voluntaria del Embarazo porque en su visión, la mujer no es sujeto de derechos y en consecuencia sus decisiones no tienen por qué ser respetadas. “Esta ley no es ley, no obliga” Aparece aquí el estrabismo episcopal. Tiene la costumbre mitral de legislar, de obligar: amarás, respetarás, no desearás. No es una obligación, es un derecho. Esta adicción a la obligatoriedad le impide ver la ley convertida en derecho y promulgada por Bibiana-Mujer-Ministra.

"Es una falacia afirmar que esta ley ha sido aprobada por la mayoría del Parlamento y que éste representa a la mayoría de los ciudadanos; o decir que si el Tribunal Constitucional la dictamina conforme, sería una desobediencia oponerse, y merecería una sanción. La falacia consiste en atribuir a políticos, jueces o ciudadanos un derecho que no tienen” Francisco-Arzobispo prevaricadoramente ignora que la legitimidad de un Parlamento y de un Gobierno no viene concedida por una deidad ni por sus representantes. Emana del pueblo.

Francisco-Arzobispo anda muy lejos de Agustín el africano. No acepta que Cristo nunca quiso ser parlamentario.

martes, 20 de julio de 2010

FOTOCOPIAS

Manchaba el papel carbón. Violeta y negro el invento. Huellas turbias para archivos desvaídos. Le llegó la ruina a aquel papel de seda. La fotocopia iluminaba el folio. Era menos dudosa, más veraz, más espejo. Pero era y es sólo eso: fotocopia sin raíces, sin entrañas, con animadversión tal vez. “Ruego a V.E. que dando por presentado este escrito y las fotocopias que le acompañan... Es gracia que espero alcanzar de V.E. cuya vida guarde Dios muchos años” ¿Se acuerdan? También “Vuestra Excelencia” se vino abajo, como el papel carbón y Dios se dedicó a otros menesteres.

Algunos se han quedado atrás, muy atrás. La Revolución francesa nos devolvió la razón secularmente secuestrada en la oscuridad religiosa. El Renacimiento nos reconcilió con la humanidad. Y la conjunción de ambos desembocó en la honestidad de la palabra. Por eso exigimos que nos llegue plena de contenido como entrega del otro, como donación amorosa hacia el otro. Escuece su prostitución, su desnudez meramente exhibicionista. Tal vez por esta necesidad de honestidad verbal no perdonemos el engaño político, la promesa traicionada. Pero los políticos no mienten, los malinterpretamos. El oyente es lo suficientemente necio como para escuchar decir a Arenas que es necesario un gobierno de coalición, cuando en realidad lo que ha dicho es que es necesario un gobierno de coalición. Lo oído no tiene nada que ver con lo dicho. Esperanza y María Dolores aseguran que Rubalcaba espía telefónicamente a la oposición. Eso lo hemos entendido todos. Pero en realidad han dicho algo muy distinto: que Rubalcaba espía telefónicamente a la oposición. No debemos fiarnos de nosotros mismos porque deformamos la realidad política.

Pons y Cospedal se fueron dando un paseo hasta la Fiscalía General del Estado. Querían comentar que José Bono se había hecho millonario con políticas politiqueras. Cospedal dulce. Casi poeta Pons. Preocupados ambos. Por algo son la voz del partido de los trabajadores, de los pobres. Han desterrado a Zapatero. “Zapatero, dice Pons, no puede mirar a los ojos de un anciano, de un trabajador, de un minero” Cuando la gente (me gustaría que alguien me aclarara quién es la gente) no llega a fin de mes, no puede comprar una camiseta de “la roja” (roja-gualda para la derecha) y no puede tomarse una cerveza para celebrar el mundial, es doloroso que Bono-Presidente-Ministro-Presidente se haga millonario. Lo han leído en la Gaceta, en El Mundo. Se lo han escuchado a Federico, lo ha predicado Intereconomía. Les consta por las fotocopias que aportan. No son papel-carbón-seda. Son de impresora HP de Génova. Luce el imprimatur de Mariano-pontífice y el formato de Trillo-Soraya. “Ruego a V.E. que dando por presentado este escrito y las fotocopias que le acompañan… dé las órdenes oportunas para que Bono sea condenado a las tinieblas exteriores donde se escucha el rechinar de dientes. Dios guarde a V.E. muchos años” Porque Dios ha vuelto con nosotros. Dios tiene carné del Partido Popular. Lo afilió Rouco cuando Aznar que estás en los cielos, cuando Gürtel moreno de Valencia, cuando le presentaron a Correa y Bigotes en el Escorial nupcial.

Pero el Fiscal se empeña en que no. El Fiscal es de izquierdas. A lo mejor ateo. Necesita tocar para creer. No como aquel glorioso Cardenal (No Rouco, sino Fiscal también). El lo hubiera entendido. Dios le habría ayudado. Y además era de derechas. La derecha lo entiende todo: la huelga del metro, las enfermedades de los controladores, las manifestaciones contra el genocidio de Bibiana, el holocausto de Irak.

Bono ya nunca será inocente.


viernes, 16 de julio de 2010

MENSTRUACION Y PECADO

Salvador Sostres apareció el otro día en el programa “Las Mañanas de Catro” Escritor, decía el rótulo que lo presentaba. Nacionalista, decía de sí mismo y contrario al estatut porque “Cataluña no puede pretender ser más Cataluña a base de que España sea menos España”, argumentaba. Siente uno la tentación de comentar la rotunda afirmación, pero es preferible relegarla al olvido más redondo. Sólo una pregunta: ¿Ha entendido algo de España, de Cataluña y del estatut este llamado Salvador Sostres?

Se habló más adelante sobre la propuesta del Presidente Zapatero de retrasar la edad de jubilación y las razones en las que se fundaba ese adelanto. Una y otras son discutibles y tendrán adeptos y detractores. Pero juzguen ustedes la argumentación de Sostres: "Hemos venido al mundo a trabajar. Hemos venido al mundo a pagar el precio que se debe. La vida no es un regalo. La socialdemocracia nos ha hecho creer una cosa que no es. Hemos venido al mundo a borrar las huellas del pecado original. Es que la relajación moral de la izquierda es tan terrible...". Por lo visto el estado de bienestar es simple y llanamente una “relajación moral” implantada por una izquierda maldita. Tal vez por eso la derecha empresarial y política se empeña en desmontar ese estado de bienestar, exige el despido libre, propugna su desjudicialización, pretende la desaparición de los sindicatos, exige la libertad de mercado absoluta y sin injerencia alguna, aunque de esa concepción ultraliberal se deriven crisis que pagará la clase trabajadora, etc.

Y debe quedar claro que la vida no es un regalo. Esa visión errónea y perversa pertenece a la maldad intrínseca de la socialdemocracia. La vida es realmente una condena y el mundo el campo de concentración donde debemos cumplirla para borrar así las huellas del pecado original. Esta hermenéutica del Génesis secularmente predicada por la Jerarquía católica (no confundir con evangelio y cristianismo) podía ser firmada por Martínez Camino y otros mitrados de báculos firmes y contundentes.

Cuando hace unos meses a Ahití le tembló la carne, carne de olvido, hambre y pobreza, y murieron miles de sus habitantes, el ilustre escritor Sostres comentó: “El mundo, a veces, hace limpieza. No podemos vivir todos tanto tiempo y sólo los mejores y los que viven en mejores condiciones perduran. El mundo menstrua y estas cosas pasan y equilibran el planeta. Porque si el mundo no menstruara, tarde o temprano todos estos funcionarios vagos y obreros que se toman la baja por causa de enfermedades imaginarias, se tendrían que poner a trabajar. Ahora todo el mundo llora con Haití, pero los más solidarios, y los que más lloran, que suelen ser los más inútiles y los más desgraciados, tienen la inmensa suerte que de vez en cuando una tragedia como la presente barre una parte de miseria mundial. Eso de Haití es una manera uno poco aparatosa -pero una manera, al fin y al cabo- de hacer limpieza en el planeta. Si eso hubiera sucedido en Europa sí que habría sido un auténtico drama. Quién sabe dónde está Haití. El mundo menstrua y escoge el día, el chorro y el lugar”

Salvador Sostres se define nacionalista-anti-estatut-pro-españolista. ¿Se habrá olvidado confesar que es ante todo nacional-socialista?

No escribo este artículo para borrar las huellas del pecado original. Lo escribo mientras disfruto del regalo del tiempo, del amor, de la luz que entra apoyada en los hombros de un magnolio.

martes, 13 de julio de 2010

PALABRA DE CATALUÑA

Cataluña se echó a la calle. Estaban los de siempre: los nacidos y los sobrevenidos. Fuera y lejos, también los de siempre. “Traidor de España, converso, impostor, farsante oportunista” Dedicatoria a José Montilla del periódico El Mundo. Pedro J. sólo conoce ciertas palabras. Y las escribe. Lo cual no significa que piense, que analice. Es capaz de unir letras, no conceptos. Incapaz de auscultar interioridades. Como Federico: enlaza odio con resentimiento y tiene el material exacto para el vómito. Se les unen todos los españolistas. Rajoy culpa a Zapatero. Aznar, vigía de los valores patrios y albacea de Fraga, aboga por la España una, grande y libre.

Hace cuatro años Mariano Rajoy preconizaba (era una necesidad interior) la ruptura de España. Pedía un boicot a los productos catalanes. Pretendía aislarlos, como en algunas guerras, por hambre y sed. Intentaba recopilar cuatro millones de firmas en contra de un estatuto aprobado en referéndum por el pueblo catalán, por su Parlamento y por el Parlamento español. Presentaba un recurso en el Tribunal Constitucional exigiendo la anulación de artículos que con el apoyo del PP. se habían aprobado en otras comunidades. Los grandes prebostes del Partido Popular predicaron por todo el territorio la indecencia del Presidente Zapatero. El había roto España e iba a ser imposible recomponerla. Mayor Oreja, añorando la placidez franquista, descubría la verdadera esencia del estatuto: era nada menos que la plasmación del acuerdo del Presidente del Gobierno con ETA. La empresa de trabajo montada entre Zapatero y la banda terrorista había alumbrado ese estatuto y ahora, lo afirmaba hace unos días en la COPE, ETA lo tenía más fácil que nunca para apoderarse de España.

Cuatro años ha tardado el Tribunal Constitucional en pronunciarse sobre la constitucionalidad del estatuto. Ha modificado ciertos artículos. Sólo ciertos artículos. Para algunos significa la victoria de haber anulado la totalidad. No tengo claro que fuera necesario un nuevo estatuto. Creo que se ha manoseado por parte de todos su espíritu y su letra y eso no ha ayudado a serenar la realidad.

Están a las puertas las elecciones catalanas. Y esta circunstancia no propicia una perspectiva. La crisis económica, el paro, la corrupción, son coordenadas que dan alas al Partido Popular para esgrimir acertadamente a veces y montarazmente otras, argumentos para desbancar al Partido socialista del poder. Pero no es lícito caer en el agrio mensaje de que España se rompe, en la detestable amistad gobierno-ETA. Es hora más bien de autoexamen, de serenidad, de templanza. Virtudes que deberían ser asumidas especialmente por Mariano Rajoy. Ya ha pasado la hora de hablar sólo de fútbol. Somos conscientes que “el calorcillo” sigue y no es argumento de respuesta a las preguntas de periodistas. No vale decir que es el momento de tener visión de estado y serenidad cuando al mismo tiempo se arrodilla sumisamente ante el dios-Aznar. No es cuestión de mirar sólo al futuro cuando en el presente hay que purificar con urgencia a Valencia, Castellón y Alicante. Hay que exigir claramente a Feijóo, Camps y Valcárcel que cumplan las leyes que promulga el Parlamento. Basta de enfrentarnos en una ridícula guerra de banderas. Ya nos costó muertos en la época de la transición. No se puede estas alturas azuzar la sangre, encabritarla. Las navajas conocen los caminos del corazón. No las desenfundemos.



















sábado, 10 de julio de 2010

LA IGLESIA DEL SLENCIO

La Iglesia debería ser el ámbito de la palabra. En ella se funda, se consolida y se abre a la epifanía lúcida del mensaje de Jesús. Es palabra el vértigo de la fe, entrega amorosa la palabra, esperanza la palabra creadora. Todo se compendia en la palabra hecha humanidad, compañera y prójima, amor y preocupación, gozo y dolor al lado de cada ser en el tiempo, del hombre empujado y angustiado, libre y sorprendido, eternamente sorprendido, ante la grandeza del propio misterio y la ontológica pobreza de sí mismo.

Durante gran parte del siglo XX, La Iglesia se sintió perseguida, prohibida la voz, la presencia y la gestualidad en los llamados países situados tras el telón de acero, la antigua URSS. Entonces se sentía víctima de una ordenación injusta, aplastada por un régimen totalitario, por un comunismo opresor erigido como baluarte del ateísmo activo. Era la llamada Iglesia del silencio.

La historia siguió su camino, cayó el muro de Berlín, se desmoronó el bloque de los pases soviéticos y cada cual retomó su quehacer. La Iglesia católica volvió a tener sus nuncios-embajadores. Polonia aportó un Papa genéticamente parido en la prohibición y la ortodoxia más exigente y la Iglesia sufrió un retroceso histórico cegando la apertura aportada por el Concilio Vaticano II. Desaparecieron los teólogos que cuajaron ese concilio por muerte unos y otros por una condena al ostracismo más absoluto. Removidos de sus cátedras, marginados al olvido más ignominioso y relegados al terreno sospechoso de la herejía, la desviación doctrinal y la peligrosa heterodoxia. Las obras teológicas de Häring, Rhaner, Congar y muchos otros fueron escondidas en los seminarios y sustraídas de la enseñanza teológica. Se desconfió de los teólogos de la liberación y se les asoció con teorías y métodos marxistas y se les relegó al silencio más absoluto. La cercanía a los pobres, la preocupación por la construcción integral del hombre, de todos los hombres y preferencialmente de los más desheredados, fue considerado como un peligro. Se prefierió abiertamente la encarcelación de la palabra liberadora a la expansión del designio creador del evangelio. Se ignoró deliberadamente que la teología o es liberación o se convierte en opio del pueblo. El opio proporciona desfiguraciones atractivas de la realidad, pero hay que ser conscientes de que al final hay sólo locura y desviaciones neuronales. Las romerías, los blancas palomas, las macarenas enjoyadas, los medinacelis, las semanas santas multitudinarias no son más que visiones falsamente gratificantes, groseros disfraces de la palabra liberadora. Y la Jerarquía lo sabe, los disfruta, lo comercializa y hasta las proclama como auténticas vivencias con un discurso evidentemente prevaricador. La Iglesia ha negociado consigo misma y ha preferido la comodidad de la falsedad autocomplaciente antes que enfrentarse con el quehacer profético. La Iglesia se hace así misma Iglesia del silencio, sin interferencias externas, sola y exclusivamente por traición a su propia esencia de palabra abierta, comprometida con lo humano y constructora de un mundo que se interroga sobre sí mismo y se responde con el temblor de la búsqueda honrada de la ciencia, de la evolución y de la esperanza escatológica.

En España es especialmente el hermetismo de una Jerarquía que no sabe vivir en el descampado de un cielo estrellado, sin ayudas y protecciones dictatoriales, incapaz de vivir en un país no confesional que se resiste a que le dominen la conciencia, la voluntad emprendedora y que quiere ejercer su participación en la construcción de sus leyes. Rouco, Munilla, Sánchez y toda la corte mitrada española quieren seguir imponiendo una ética que no corresponde al mensaje evangélico, que sólo se desprende de inercias disfrazadas de tradición. Y entonces estorban Marciano Vidal, Arregui, Pagola y todo aquel que tiene la humilde osadía de pensar y ahondar en la Palabra, de aceptar la provisionalidad como suelo inestable pero humanizante.

La Iglesia del silencio del siglo pasado se ha convertido por propia voluntad de traición en silencio de una Iglesia que ha arrinconado la Palabra para no sentirse interpelada por ella.















RAFAEL FERNANDO NAVARRO

http://marpalabra.blogspot.com







jueves, 1 de julio de 2010

NO SE QUE HACER...

No sé qué hacer con toda la tristeza,

con toda la ternura acumulada.
Los besos desbordados,
las manos por las ramas
de la ausencia.
Tan lejos, tú,
tan lejos,
como si no existieras.
Como si nunca hubiera
tocado tu palabra,
tu boca, tu risa, tu alma.
Como si no supieran mis manos tu cuerpo
y se me quedara la memoria
olvidada en las esquinas
de tus pechos.
No sé qué hacer con todos los recuerdos
del tiempo de amor,
ahora que el tiempo
me ahoga los pulmones
con enfisemas grises
y tabacos marrones.
Se me ha puesto moreno el corazón
de sangre sin retorno.
Añoro el sobresalto de los latidos broncos
poblándome de flores al respirar el aire
de tu boca cercana.
Añoro los músculos
erectos como lanzas
cuando tú pronunciabas
la vida de los árboles
y fundabas estrellas
y lunas delicadas
y pájaros simétricos
de alas.
Entonces eras tú y yo existía
porque tú me nombrabas
y erigías mi hombría
como un ciprés
paralelo a los montes,
más alto que las torres,
más corpulento que el mar.
Ahora me sobra la tristeza,
y la ternura sobra,
y la palabra.