José María Marco lo afirmaba delante de Mariano Rajoy en una entrevista emitida por la radio episcopal: con este gobierno están amenazadas las libertades. Rajoy no lo desmentía. Lo proclamaba también Rouco: Los derechos humanos reconocidos por la ONU sufren una merma en la actualidad. Y asentían los Obispos presentes en la manifestación acompañados por el silencio cómplice del Partido Popular. Y a su lado, la COPE, ese surtidor de odio pulsado por Losantos, Pedro J. Luis del Pino, Cristina y César Vidal. Estos parásitos de la democracia se amparan en ella para destruirla. Gran parte de la Jerarquía católica y el Partido Popular utilizan la democracia que tanto nos costó para derribarla desde la añoranza de generales providenciales, salvadores de la patria.
Es impensable la queja de un episcopado que estuvo aupando la represión de todo tipo de libertades, como coadjutores prostituidos de una dictadura. ¿Reconoce la Iglesia, monolito vertical y absolutista, los derechos de la mujer, la libertad de pensamiento teológico, de investigación científica, el amor homosexual, la existencia de otras religiones como fuentes de vida, la opción por los pobres de Obispos en América Latina, de sacerdotes y laicos empeñados en paliar el hambre de sus hermanos? ¿Es capaz de admitir el derecho de sus fieles a elegir libremente a los dirigentes religiosos, desde el párroco del pueblo hasta el Jefe del Estado Vaticano? Si fue realmente Dios quien eligió a Rouco y a García Gascó, Dios es neocon, de derechas, camarada de Bush y anfitrión de las Azores.
Fraga dice que hay que revisar la ley de matrimonios homosexuales. Dicho de otra forma: que hay que castrar la libertad sexual de algunos. Y Zaplana y Aceves y Astarloa callan. Y ese bufón de la política que es Pujalte se sonríe bajo un bigotillo anacrónico. Y Esperanza forma pandilla con Isabel y Carmen Tomás y la otra Isabel y Curri. Y Gallardón, el centrado centrista, se pierde por la M-30 preguntando por el Congreso de los Diputados. El PP. en bloque, sin libertad de respuesta ante el patrón supremo, calla. Y D. Manuel, emperador del pasado, dictando franquismo, impartiendo autoritarismo, ministro de la Puerta del Sol, paseando con Rouco, exterminando los grimaus lascivos que se besan por las esquinas de Preciados.
Duele que quienes se quejan de la supresión de derechos humanos y de libertades amenazadas sean los que ayer nos pisotearon. Profetas que intercambiaron sables por báculos y que hoy subastan un cielo ancho de estrellas por sombras de grutas bajo palio.
Amo la libertad. Me costó enamorarla. Dejadme a solas con ella. Vamos a engendrar futuro.
Es impensable la queja de un episcopado que estuvo aupando la represión de todo tipo de libertades, como coadjutores prostituidos de una dictadura. ¿Reconoce la Iglesia, monolito vertical y absolutista, los derechos de la mujer, la libertad de pensamiento teológico, de investigación científica, el amor homosexual, la existencia de otras religiones como fuentes de vida, la opción por los pobres de Obispos en América Latina, de sacerdotes y laicos empeñados en paliar el hambre de sus hermanos? ¿Es capaz de admitir el derecho de sus fieles a elegir libremente a los dirigentes religiosos, desde el párroco del pueblo hasta el Jefe del Estado Vaticano? Si fue realmente Dios quien eligió a Rouco y a García Gascó, Dios es neocon, de derechas, camarada de Bush y anfitrión de las Azores.
Fraga dice que hay que revisar la ley de matrimonios homosexuales. Dicho de otra forma: que hay que castrar la libertad sexual de algunos. Y Zaplana y Aceves y Astarloa callan. Y ese bufón de la política que es Pujalte se sonríe bajo un bigotillo anacrónico. Y Esperanza forma pandilla con Isabel y Carmen Tomás y la otra Isabel y Curri. Y Gallardón, el centrado centrista, se pierde por la M-30 preguntando por el Congreso de los Diputados. El PP. en bloque, sin libertad de respuesta ante el patrón supremo, calla. Y D. Manuel, emperador del pasado, dictando franquismo, impartiendo autoritarismo, ministro de la Puerta del Sol, paseando con Rouco, exterminando los grimaus lascivos que se besan por las esquinas de Preciados.
Duele que quienes se quejan de la supresión de derechos humanos y de libertades amenazadas sean los que ayer nos pisotearon. Profetas que intercambiaron sables por báculos y que hoy subastan un cielo ancho de estrellas por sombras de grutas bajo palio.
Amo la libertad. Me costó enamorarla. Dejadme a solas con ella. Vamos a engendrar futuro.
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