domingo, 12 de julio de 2015

LA DISTANCIA TAL VEZ


A lo mejor no existe la distancia
y es sólo un concepto creado por el miedo.
A lo mejor estamos frente a frente
como dos mares sin fronteras.
Engarzados por la boca
por besos entrelazados.
Pero necesitamos la distancia
para tomar conciencia
de la insularidad que pretendemos.
Eres el pensamiento que no está.
Tu pensamiento soy.
Nos estamos soñando
aunque hay un vacío
al otro lado de la cama.
Nos creemos distantes
aunque tu carne y mi carne,
aunque tu lengua y mi lengua,
aunque comprenda la luna
a través de tus ojos huidos.
La distancia tal vez,
ese pretexto de la razón
contra el corazón que sabe,
que tiene conciencia
de esta representación circense
que ensayamos cada noche.
Quiero arrancarte tu distancia.
quiero desnudarme
para recobrar la conciencia
de que somos un ramo inseparable,
atados por la piel, el sudor y la sal
de abrazo que penetra,
del trabajo que supone
llegar hasta la hondura
del encuentro que logra
la unidad de los mundos,
la fusión de la espuma
con la espuma innata
que proponen los mares.
Imposible la distancia
porque estamos instalados
en la cercanía inseparable

de existir en el mundo.

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