domingo, 3 de agosto de 2014

DEMASIADO TARDE



Demasiado tarde la tarde.
Sin un trozo de luna
que llevarse a la boca,
sin un pozo de agua,
sin presencia ni ausencia.
Demasiado tarde.
Se ha hecho casi de noche
para el tacto,
para el beso,
para el amor definitivo
cuerpo a cuerpo.
Sólo hay estrellas en tu boca,
oscuras lenguas
que palpan el camino
de tu piel anochecida.
Y tengo que inventarte
con mis manos
andando poco a poco
tus pechos y tus ingles.
Busco tu cuerpo retorcido
como un olivo
ahora que es la tarde
demasiado tarde.


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