jueves, 13 de febrero de 2014

IMPOSIBLE


Eres tan imposible
como abrazar un monte.
No tengo las manos facultadas
para tocar tu piel.
Imposible tu cuerpo
como un río de pié.
Tu sombra, tal vez,
perfil de luz
oscuro como tus pechos
intocables,
inaccesibles cumbres,
inabarcables caderas,
prójimas del tú más íntimo,
donde nace la madrugada
poblada de pájaros azules.
Enciende las ansias lo imposible,
danza el fuego inutilmente,
gestos de amaneceres endeudados
con tus ojos lejanos.
No renuncio a lo imposible
porque estás,
porque existes,
porque  alojas
la transparencia ausente
en  los huecos del aire,
en las fronteras grises del silencio.


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