jueves, 13 de febrero de 2014

CULPABLE




No sé si soy culpable
de tanto escombro
disimulado,
escondido
encubierto.
Confieso que quiero ser culpable.
Escuece la inocencia
de los puñales clavados,
rasgando conciencias
y ocultos
en la bondad farisaica
de sepulcros
recién pintados.
Odio las manos llenas de piedras,
manos cuajadas de sangre,
vendadas con guantes blancos
porque no resisten
la luz entre los dedos.
Confieso que soy culpable
porque un día me vestí
de piel impermeable
al dolor de la vida.
Necesito dar la cara,
que me la parta la historia.
Que nadie reconstruya
el vómito oscuro
de mi huida.
Confieso que soy culpable,
definitivamente culpable.


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