miércoles, 5 de marzo de 2014

CUATRO ESTACIONES



Quiero cuidar todas tus primaveras.
La flor de tus almendros,
el perfume solidario
de la tierra mojada.
Cuidar los veranos de tu vientre
maqueta de luz cuando se asoma
a la desnudez de sábanas mojadas.
Tus otoños,
los ojos desprendidos de tus ramas.
Los inviernos, doblada sobre ti,
sobrecogida
como un río guardado en una caja de nostalgias.
Quiero cuidar todas tus estaciones,
porque tú eres así,
resumen,
sinopsis del mundo,
del tiempo,
de la vida.
Entregada
como un campo rubio de trigo.
Cerrada como una magnolia
perfumando sólo sus  caderas,
prohibiendo el tacto hasta del viento.
Ofrecida como el agua,
replegada como un sauce que busca sólo sus raíces.
Rendida como el tiempo abrazado
por unas manecillas de reloj.
Altiva como un monte inapelable.
Ciclotímica como el viento
que destruye y acaricia.
Como un vino creador de labios y de besos.
Como un vino que fragmenta la vida
empujando la espalda de los sesos.
Cuatro estaciones, tú.
Pequeña, pero todo
porque no hay más que esa noria
de flor, de ardor, de luz ahogada,
de invierno sin promesas..
Pequeña, tú,
pero entera tú.
Síntesis.
Camino hacia el otro,
huida del otro.
Labios que besan y muerden.
Mano hacedora de caricias,
pero que retuerces la carne entre tus dedos.
Claridad.
Contradicción.
Tú, tan tú.
Siendo todo y nada.
Así te quiero, te acepto
porque eres la única forma de vivir.



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