ROUCO POR AMOR DE DIOS
Rouco
estaba en la puerta de la Iglesia. De rodillas, manos juntas, sin pedir, sólo
esperando. Los pobres tienen eso en los
genes: sometidos a la mirada compasiva de quien pasa, inclinando la cabeza como
un mimo de Preciados cuando suenan los céntimos en el cestito. Sin derecho a
exigir. Los pobres tienen prohibido exigir. Para eso son pobres. Tienen que
distinguirse de los banqueros. También ellos lo llevan en los genes y en los
testículos por no decir otra cosa. Los banqueros no dan, exigen. Cien mil euros
al diez por ciento. Por mis testículos, por no decir otra cosa. Abuso, usura,
piensa el emprendedor de carnicería. Pero hay que dejar los testículos, por no
decir otra cosa, detrás de la puerta del banco, en la consigna del guardia de
seguridad, que te los devolverá dentro de tres años cuando hayas devuelto cien
mil euros envueltos en rencor, usura y abuso.
La
educación puede esperar, la sanidad, los servicios sociales, los dependientes,
los desahuciados, los tupper, los funcionarios, los interinos, los viejos. La
vida puede esperar como puede esperar el cielo, ese cielo donde los pobres
serán más felices que todos los felices. Habrá estómagos llenos, túnicas
blancas, sandalias de pescador por el Jordán. No habrá sexo porque los ángeles
no tienen testículos por no decir otra cosa. No los necesitan porque las
mujeres no se abrirán el alma, permanecerán cerradas con una virginidad de
cremallera como si el Opus fuera el apoderado de las camas celestiales.
Han
leucemias en cola esperando, y cánceres en fila. Infartos a la espera,
aguantando dos meses, ordenados por orden de dolor precordial. Escuelas de
inocencia amontonada. Comedores como cuando la cartilla de racionamiento, como
cuando el bocadillo de pan duro y chocolate terroso. Han vuelto los cubitos de
sopa a medio día, comida única pero caliente. Cuatro millones setecientos mil
parados sin una esperanza que llevarse a la esperanza. Vuelva usted mañana. Y
se hace fila el tiempo para terminar
suicidándose en las esquinas de la vida. Comedores de solidaridad para
llevar el hambre con elegancia.
Todo
puede esperar menos Rouco en la puerta de la Iglesia. Dios, el-sin-tiempo,
tiene prisa. Montoro le ha dicho a Rajoy lo que tiene que hacer porque Rajoy no
sabe nunca lo que tiene que hacer. Merkel quiere un café calentito y
Mariano-camarero le pone los presupuestos en un platito de plata. Doña Angela
tira los presupuestos y se queda con el platito escondido en la abundancia de
sus senos por no decir otra cosa. “Mariano, por favor, tráeme un déficit bien
hecho, no vuelta y vuelta porque se me queda entre los dientes del alma y me lo
echa en cara Draghi y estos fabricantes de miseria que por no comprar no
compran ni deuda” Y Mariano-camarero se dobla
en dos como un barquito de papel. “He eliminado la educación, la sanidad, las
pensiones, las sillas de ruedas, las ambulancias, los quirófanos. Estoy
eliminando derechos de manifestación, de opinión, de reunión. Los
antidisturbios cuestan un dinero y se evita con prohibiciones. Tengo un remanente
para un general de brigada que me ha dicho Alex Vidal por si Cataluña…”
¿Y
qué has hecho con Dios, Mariano? “Dios
tiene urgencias, mi señora. Anda Rouco por las esquinas con frío, con lluvia,
con viento. Me parte el alma ver al dios de siempre, al Gran Poder, al
Cachorro, al Manue, a Macarena y Triana
morenas de verde luna. Me ha impresionado su pobreza, su portal de Belén con su
vaquita y un Platero traido desde Moguer por Juan Ramón.
“Y
el déficit?” pregunta la calvinista.
“Dios no influye. Dios es superavit. Reparte bienaventuranzas entre los que
tienen hambre, entre los perseguidos por los antidisturbios, entre los que
lloran porque a su padre se lo llevó un recorte de Ana Mato, entre los que
padecen ignorancia porque Wert los parió para analfabetos vitales. Le he dado
mucho dinero a Rouco porque ya tiene bastante con la abstinencia de cinturas
calientes, de labios entreabiertos, de sacrificar sus testículos por no decir
otra cosa…”
“Dios
te salve, Mariano. Concebirás y darás a luz un feto bífido. No abortes Se puede enfadar Rouco aunque te premie con
indulgencia plenaria si le aumentas el dinero en los próximos presupuestos”
Eructó
Doña Angela. Buen provecho, mi señora” España es eunuca por no decir otra cosa.
2 comentarios:
Estos son los presupuestos de la derecha. Austeridad para los pobres y benevolencia para la iglesia. Rouco Valera aplaudiendo la generosidad del gobieno.
Rafael grato volverte a saludar.
¡Quieren eliminar el paro(los que sobran...)eliminando al parado, más bién "que se eliminen solos, de pena y abandono". "Así hemos dado un salto de descargo de conciencia" En la alemania nazi y otros fascismos europeos creian y practicaron la eliminación de "razas inferiores". La inación de la iglesia y a veces algunos bendecian...
La "derecha democrática actualizada" neoliberalismo crudo,no tienen que llegar a esos extremos, entiende que los gastos sociales que generan colectivos desafortunados y el trabajador, deben quedar en su minima expresión. Mientras los conductores de la patria apostólica, reparten los impuestos devengados al contribuyente, entre ellos y los mercados y bancos para que vivan solo ellos y exprimir lo queda del resto. Esta situación es la que quieren que traguemos, con oblea católica y todo.
Un abrazo, Juan M.Rojano
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