martes, 11 de octubre de 2011

POBRES SIN DERECHOS

La conjunción vida-muerte tal vez sea el resultado de una selección natural. Muere irremediablemente el enfisematoso porque sus pulmones no aguantan el chorro de aire que exige el árbol rojo de sus venas. Vive el que alimenta su sangre con oxígeno suficiente para que le broten retoños como fresas colgantes. A lo mejor la vida es simplemente eso: se muere fácilmente si el aire se equivoca y olvida el corazón.

¿Y mientras tanto? De eso se trata, del tiempo de espera hasta que el ser humano llega a su plenitud y decide su felicidad en un metro y medio de tierra madre. Mientras tanto, la lucha sin sentido de ricos a costa de pobres. De acumular dinero en base a que otros acumulen hambre. Palacios calientes frente al frío de las estrellas. Cultura frente a trabajo desde muy joven. Si repartiéramos la misma cantidad de bienes entre diez seres humanos, al cabo de poco tiempo unos sería poderosos y los otros no tendrían nada. Dios nos ha hecho de esta forma. Así justificaban mis profesores nacionalcatólicos la injusticia evidente. Dios era el responsable de la opresión, de los tacones clavados en el costado de los sin techo. Y apelando a este divino designio se justificaba la conciencia de quienes medraban al lado de los hundidos. Otra selección natural.

Uno va acumulando una existencia cansada, harta de carencias, vacía de contenido. Para muchos la vida es una simple duración. “Aquí no vivimos, duramos” me dijo un día un indio calchaquí. “Se nace, se dura, se muere y no ha pasado nada” Visión profunda de quien sólo se abrigaba con el poncho hermoso del tiempo, de la luna, de un calor nacido de una conciencia telúrica.

¿Tiene preferencia el préstamo bancario al techo de un desahuciado por deudas? ¿Tiene más derecho a la salud un talonario que una tarjeta sanitaria? ¿Por qué se atiende la inquietud intelectual de un uniforme-corte-inglés antes que un vaquero de segunda mano heredado por simple cronología? Ejecutivos y jornaleros, jets urgentes y plateros entretenidos con las margaritas del camino. Ricos de urgencia y números de carnicería con un cáncer a cuestas. Pobres que imposibilitan la elegancia de un Madrid limpio como asegura Ana Botella. Pobres prohibidos, como en Valladolid, por orden de un alcalde. Sueldos disminuidos de las mujeres porque los patronos las consideran de segunda clase. Mujeres arrinconadas por la Iglesia del amor, reducidas, jibarizadas, despreciadas como inductoras irredentas del pecado, cargadas de manzanas sacrílegas.

¿Quiénes son los pobres? ¿Tienen derechos los pobres? ¿Los reducidos a una condición fruto de esa selección natural, a ese producto de la voluntad divina?

Aceituneros altivos” cuarenta euros por jornada, agraciados con una ayuda de quinientos durante seis meses, obligados a pagar ochenta de seguro agrario durante doce, calentando sus manos escarchadas por los bares calientes de los pueblos mientras el Palace le pone sábanas de Holanda a Duran y Lleida. Este es el resumen de la selección natural para unos, de la voluntad divina para otros. No hay derecho a derechos. Unos con su grandeza. Otros con su miseria. Prostitución visa-oro. Muslos morenos para un amor apresurado, que viene la madrugada y hay que irse a la aceituna, al algodón, cuarenta euros la jornada, al andamio tinto y tortilla, a mirar mujeres hermosas cuando el bocadillo y la tartera preparada con cariño de mujer limpiando escaleras para el churumbel de una año cuidado por una hermana de doce.

No sigo escribiendo porque escuece la realidad circundante, porque humillan las palabras contra andaluces que sostienen la Giralda, la Alambra, la Mezquita. Porque duelen las mujeres despreciadas, los niños callejeros, los bares subsidiados por subsidiados derrochones.

Pobres sin derechos que para eso son pobres.

4 comentarios:

dolmonamor/ María Dolores Amorós dijo...

Emocionado y emocionante llanto por el sin derecho tan siquiera a ser pobres.

Injusticia divina y humana que aboca a la división ¿natural? del ser humano.

Llucha tenaz hasta la muerte por lograr la cohesión íntegra y equitativa de todos los hombres.

Ni duranes, ni anas, ni aznares, ni merkozys, ni lagardes, ni leones de la riva tienen que lograr despedazar nuestra integridad propia.

No es fácil. Ningún logro ético es sencilla. Pero la perseverancia siempre alcanza su meta.

Preciosísimo artículo, mi querido amigo.

Besos.

pcjamilena dijo...

En Málaga el candidato Rajoy dijo: “sea cual sea resultado que se de en las urnas yo voy a gobernar para todos”. La conclusión que saco es que da por seguro que va a ganar: sea por mayoría absoluta o simple. Con lo cual anticipa la promesa de “gobernar para todos”. Frase hecha que suele pronunciarse después de las elecciones.

Con lo cual entiendo que, lo va a hacer tanto para ricos como para pobres, por tanto, seguiremos como estamos. Como ya está hecha, “la selección natural...”. Usted se lavará las manos. No, hombre no. ¿Acaso da por bueno las desigualdades existentes y encima quiere que todos le voten?

Gracias amigo Rafael, por soliviantarme, insuflándome aire que impulse mi viejo corazón, aunque provoque alguna lágrima.

ANRENE dijo...

Soy un joven de izquierdas de treinta y pocos años.Leo siempre el blog de mi admirado y maestro R.F.N.y también los comentarios a sus artículos.
Estoy casi siempre de acuerdo con ellos.
Pero hecho en falta en ambos más crítica a los actuales gobernantes, que seamos realistas lo han hecho muy mal.
No podemos conformarnos con el lema que ellos lo harán peor, que lo sabemos, pero para no votar a ellos nosotros lo tenemos que hacer mejor.
El pueblo soberano decidirá el próximo 20-N al nuevo gobierno y ,si se cumplen las previsiones,que yo creo modestamente por lo que escucho en mi centro de trabajo que sí, no podemos decir que se equivoca.Son el fundamento de la democracia.
Dejémonos ya de los poderes financieros y los mercados.Si tenemos un gobierno de izquierdas durante ocho años, es para que se haga política de izquierdas incluida la económica y si manda Europa y otros poderes para que puñeta nos mandan a votar.Que nos dejen en paz.
No me convence a mi y ellos son peores.Necesitamos Don Rafael respuestas originales y valientes desde la izquierda.La espero de su brillante pluma.

Saludos afectuosos.

Maximinimalidades dijo...

Salud y saludos y que la indignación tome su cauce y haber si como con una sola voz,a coro, vamos caminando lo logrado.

Quizá un mendigo y por las cualidades nobles que les caracterizan”pobres y honrados” sienten viven y dicen la verdad, lo mismo que niños, pueblos, ancianos (algunos:) locos, ebrios. Su filosofía “sociológica” quizás sus derrotas, y sufridos de desidias insolidarias e injustas, sean debidas a lo escéptico en que se convirtió el mundo.
Hacer lo contrario: eliminar la pobreza manifiesta, las crueldades, y la devoción debida a la especie… es posiblemente que sea el camino que debemos recorrer.