domingo, 4 de octubre de 2015

DESDE MI LEJANÍA


Vengo desde mi propia lejanía,
desde la distancia que media entre mi espalda y mis ojos.
Vengo de un mundo que nunca vi completo
porque Ionesco asegura que nos faltan pupilas en el cráneo.
Soy camino.
Estoy al final de mí mismo,
distante como un horizonte inapelable.
Ni siquiera seguro,
sólo incierto.
Existo como una noticia inventada,
como un rumor callejero  que nadie afirma
por miedo a mentir sobre la realidad que soy.
Vengo desde mi propia lejanía,
sin preguntar a nadie
porque nadie camina mi camino oscuro.
Soy una soledad absoluta, metafísica, inconcreta.
Soy si soy,
porque la existencia no es nada seguro,
porque es incertidumbre,
magma de oscuridad,
lava intocable que abrasa,
que licúa la carne
y la convierte en piel no apta para labios tiernos.
Vengo desde mi propia lejanía.
Acumulo cansancio de mí mismo.
Voy a quedarme en mi cuneta,
adormilado,

a pedir una limosna de amor por amor del  amor.

No hay comentarios: