RAJOY ES GALLEGO
Eso dicen los datos biográficos del presidente. Sin
embargo, Rajoy parece estar convencido de que su cuna original es la Moncloa.
Ha pedido a sus asesores que se ocupen de averiguar su lugar de origen exacto.
Ha encargado este quehacer porque él tiene dudas. Rajoy es Descartes, con la
diferencia de que prefiere El Marca a los tratados filosóficos. Saber con
certeza si ganó el Madrid o el Barcelona es más gratificante que instalarse en
la duda cartesiana y ahondar en el pensamiento humano.
Pese a que sus asesores le aseguran que es gallego, él
se siente no madrileño, sino oriundo del palacio de la Moncloa. Y apoya su
teoría en su devenir político. Ministro investigador de los hilillos de
plastilina cuando el Prestige. Creo que concejal y otros cargos con
anterioridad. Ministros de otras ramas. Cargos siempre importantes. Estos datos
le llevan a la conclusión de que vivió su propio embarazo en los alrededores
del palacio hasta que nació en un dormitorio con dosel y dio sus primeros pasos
en las alfombras mullidas de poder, de conocimientos políticos, de presupuestos
pensados desde una oligarquía gloriosa y con unas tijeras podadoras capaces de
amputar todo lo público para ser entregado al gran capital del país. Y sobre
todo hay un dato que lo determina como originario de la casa presidencial: su
falta de sensibilidad hacia los más pobres, su capacidad de indiferencia, por
no decir crueldad, hacia los dependientes, los enfermos, los desahuciados, los
estómagos vacíos. Esos sentimientos blandos, impropios de un gobernante nato,
se lo deja a esa pandilla de amigos que buscan candidatos en las cafeterías. El
es un hombre de estado y se codea con el secretario general del partido
socialista, con ex presidentes que avalan la talla de su propia presidencia y
es consciente de que gobernar es very dificult. No entiende que habiendo
pantallas de plasma, algunos aspirantes al poder vayan a Alcampo a buscar
camisas, se dejen ver con camisas Oxford y trajes a medida de sastres
catalanes. Esos visionarios de nuevos partidos no han nacido en la Moncloa. No
pueden aspirar a gobernar porque son simples catedráticos de universidad,
despreciables parados que ni siquiera tienen para un plato de comida caliente,
abogados que no son registradores de la propiedad, hombres y mujeres que nunca
tuvieron cargos importantes en los alrededores de palacio, que nunca fueron
ministros, ni secretarios de estado, ni siquiera tuvieron un prestige que
llevarse al curriculum. Imposible que lleguen a nada. El nació con la orla de
mando en plaza. Esos aspirantes nacieron sin ni siquiera un Bárcenas debajo del
brazo.
No trato de arrimar el voto a ninguno de los nuevos
partidos que han aparecido. Ni siquiera voy a elogiar sus programas.
Simplemente no admito que deban ser menospreciados porque no tienen
experiencia. Ese empeño por parte del partido popular (y no sólo del partido popular, sino de psoe y
una cuadriga de periodistas) de desprestigiar a los partidos aparecidos en un
tiempo reciente y cuyos miembros surgen de una ciudadanía sudada por el trabajo
manual o proveniente de gabinetes jurídicos o cátedras universitarias, me
parece de un clasismo repugnante y descatalogado de la historia de los pueblos.
Uruguay puede ser el modelo de una presidente sin palacio, con un coche viejo,
sin escoltas, sin corbata y sin perfume loewe. Algunos buscan candidatos en las
cafeterías porque es donde están los ciudadanos “normales” de nuestro país.
Mientras que los gobernantes que nacieron en el palacio, no sólo Rajoy, buscan
entre banqueros, entre los bárcenas o los granados de turno. No sé qué méritos puede tener una abogada del
Estado, como Cospedal, que no es capaz de explicar lo que es un finiquito, un
Floriano que no sabe dar una conferencia de prensa o un delegado del gobierno
que dice que no quiere que Andalucía sea gobernada por un hombre que se llama
Albert y no Alberto.
Los nuevos líderes no tienen experiencia ni conocimientos.
¿Se acuerda alguien de Jordi Sevilla, profesor de Zapatero que prometió
enseñarle la economía en una tarde? ¿Se acuerda alguien de Rajoy ante las
recientes inundaciones diciendo que él va a donde le llevan? ¿Se acuerda
alguien de Rajoy o Esperanza Aguirre asegurando que no se habían dado cuenta
que Bárcenas o Granados y otros muchos eran unos ladrones de lo público? ¿Dónde
queda la experiencia o el ojo clínico de semejantes gobernantes? ¿Cómo pueden
pedir experiencia quienes no supieron elegir a sus colaboradores de confianza
que resultaron ser mafias elegantes?
Repito que no trato de inclinar a nadie a votar a un
partido concreto. Simplemente advierto que el miedo a horizontes sin estrenar que
tratan de inyectarnos es un medio despreciable de anatematizar a los que
pretenden acabar con dinastías políticas
que se han perpetuado en el poder.
Nadie nació en el palacio de la Moncloa. Algunos son
gallegos, andaluces o de donde sus madres los parieron. Esta discriminación por
origen de cuna es abominable.
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