jueves, 22 de mayo de 2014

CAMINANDO


Si pregunto por un camino,
por una calle,
por un río,
por el mar que olvidé aquella tarde.
¿Sabes? Se puede olvidar un mar
como quien pierde un paraguas
y sólo te das cuenta
cuando se deshidratan los labios
y duelen los besos.
Preguntas entonces
por el camino,
por la calle,
por el río,
por el mar sobre todo
porque viene a tu boca otra boca
y es urgente llamar a los besos por su nombre.
Por el camino,
por la calle,
por el río
vienes tú
buscando el mar
que olvidaste en el cielo de mi boca.
Vamos a recuperar la memoria de la espuma,
a mojar aquel último abrazo,
la ternura de los cuerpos,
la humedad que desliza la piel en la piel
y que sienta la arena la invasión de las olas.
Si pregunto,
por ti pregunto
y no acepto más respuestas que tú.
¿Sabes? No admito que seas el mar
que se olvida como quien pierde un paraguas.
Sólo por ti me afinco en la vida
como respuesta última
de un mar recuperado


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