domingo, 27 de enero de 2013


TRENES


                                                            
                                              Para Elena, un alma con tacones.






Se nos han roto  los trenes
como se rompen los ojos de las rosas.
He colgado las camisas en la vida
por si me muero esta tarde.
Me molesta el desorden de la lluvia
por los caminos ácidos del viento.
Sin trenes. Preguntando a las huellas olvidadas,
escalando los ríos verticales
de  tus pechos azules, planetarios.
Estamos solos. Yo aquí. Tú, no sé dónde.
Sin trenes para la distancia,
con las camisas colgadas
por si me muero esta tarde.
Necesito los vientres de tu aliento,
la arboleda oscura de la vida,
porque no tengo trenes que me lleven
desde aquí a no sé dónde, a no sé dónde.
Si te encuentras un día los trenes destrozados
por la guerra civil de mi ser dividido,
reconstruye los hierros y cuelga las camisas
para que no me muera esta tarde por la tarde.



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