miércoles, 9 de mayo de 2012


PIEL DE ARENA



Ya no tengo derecho sobre tu piel de arena.
Me has echado a la cara el ayer destruido,
el tiempo derrumbado.
Sin mañana el mañana,
suplicando esperanza en cada esquina.
Quiero ser el ayer,
con las manos cuajadas de tus venas,
vencido el cuerpo
por tu cuerpo de acero
por tus labios clavados,
por la gótica ojiva de tus ingles.
De recorrerte vengo.
Camino soy desde entonces,
huella con raíces en tus ojos,
con la sombra olvidada entre tus manos.
Un hombre sin sombra no es un hombre,
es tan solo una mueca,
una burla, un gesto retorcido.
A lo mejor mañana,
si hay mañana,
me encuentro con tu recuerdo
crecido entre los pinos,
vertical como un grito
de carne entusiasmada.
Entonces recobraré tu cuerpo,
tu piel de arena morena,
hacedora de tiempo recobrado
y pintaremos ríos en la hierba
para atarnos las bocas con el agua
y convertir los esqueletos grises
en manojos de flores conquistadas.