jueves, 22 de diciembre de 2011

ADIOS, TAL VEZ

Me estoy yendo despacio, como una rosa de agua,

y quiero ser consciente de cada despedida.
Saber que sabe a tierra mojada mi esqueleto
igual que las raíces del trigo en primavera.
Necesito que sea sencillo como el pan.
Pero un adiós honrado como el sudor del tiempo.
Me he ganado la muerte a golpe de tristeza,
Y os dejo libre el aire
y el mar, y alguna fecha.
Algún día también de un mes cualquiera
seré un aniversario y un hueco en la memoria.
Quisiera ser consciente de cada despedida.
De ti, mujer, del hijo que tuvimos.
Cuídame los geranios, los potos y la luna
por si Dios siente alguna nostalgia de este mundo.
Morir es derramarme, mujer, entre tus manos,
como en aquellas noches lejanas de la playa.
Marcharme de tus besos, llevándome tus labios
y el perfume redondo y caliente de tus senos.
Después de muerto quiero cogerte la cintura
y andar la eternidad buscándote los ojos.
Quisiera ser consciente de cada despedida
y explicarte la muerte como se explica el mar.
Olvidarme, hijo mío, por siempre entre tus manos,
cobijando la hombría en tu niñez exacta.
Se muere fácilmente. Basta un golpe de sangre
que descuida el trayecto y olvida el corazón.
Se muere fácilmente si el aire se entretiene
en las puertas del alma a coger mariposas.
Morir es convocar la ternura de la historia
y hacerla solidaria de la pena del mundo.
El hombre siempre muere por el hombre y se inmola
como un ramo de flores en el pecho del viento.

9 comentarios:

pcjamilena dijo...

Uno no se va, sólo se adelanta,
como ya lo hicieron otros que los vimos partir
y nos están esperando,
descansando.
¡Pero supieron dejar atrás tanto!
Que en medio de la alegría y el dolor
mereció la pena vivir al encontrarlos.

Feliz y prospero año nuevo, maestro.
Un abrazo.

Carmen Maciñeira Quilis. dijo...

Rafael, por favooooor, cambia de tema ¡¡¡¡ Si hablas de ti, te equivocas, no te puedes morir aun, no es momento para esas tonterias.
Si de otra persona, acompañala al medico y veras que todo tiene solucion hoy en dia.
Que pases una Muy Buena Navidad ¡¡¡
Un abrazo muy fuerte.

José Miguel Izquierdo dijo...

Amigo, maestro... no me hagas llorar que no estamos en época... por eso, no me salen las letras. Copio y pego lo del compañero de esta clase tan íntima y tan cálida en la que aprendemos todos los días a ser más personas, más conscientes, más responsables. Tienes toda nuestra fuerza, por si te adelantas... nosotros tenemos la tuya para seguir caminando. Un enorme abrazo. Te quiero, te queremos.

Patricia dijo...

Sí. Tal vez seas tú, o tal vez sea yo, o cualquiera de ese "nosotros". Nunca se sabe. Ya ves. La vida es tan caprichosa... pero por eso mismo merece la pena, por toda la aventura que nos depara. Quizá seas tú hoy quien se adelante, quizá sea yo, quizá todos a la vez, o quizá ninguno hasta dentro de un par de años. Si te adelantas tú o yo, ¿qué importa? Al fin y al cabo aquí no va a quedar nadie. Así que es mejor dejarlo así, como un poema, como lo has hecho tú, pero por favor, sigue escribiendo así de bien.
¡Felices fiestas!... y escribe muchos más.
Un beso desde "Houston, tenemos un problema".
Patty

dolmonamor/ María Dolores Amorós dijo...

Rafael, el poema es precioso. Pero haz el favor de no matarnos a sustos.

'No te pongas estupendo', aunque haga falta mirar a través de los ojos sin vista de Max Estrella para aguantar sin desesperarnos tantas sinrazones de la vida.
Somos demasiados los que te queremos, y nuestra energía va para ti en forma de oxígeno que ilumine tu vida, que, en mucho, también es nuestra.

Un beso y muchos achuchones. A ver si espabilas, que en la nueva imagen estás guapísimo.

Lorena dijo...

Rafael ,impresionante la serena reflexion sobre la despedida.Muchos nos identificamos con lo que sientes y a traves de este blog nos parece conocerte y por eso te queremos .
Me has dejado muy triste con lo que expresas ...dejame que te abrace

Maximinimalidades dijo...

Se nota de un ser hombre, aún enamorado. Abrazos

jaumepubillgamisans@gmail.com dijo...

Tal vez... O tal vez no todavía. Porque la vida es siempre un tal vez incierto lleno de certidumbres y, sobretodo, de una certeza: que la muerte nos aguarda y a todos nos alcanzará.
Pero estoy seguro que no todavía. Mientras tanto, Feliz Navidad!

Queralt. dijo...

¡Qué bonito! Precioso. Pero es inevitable sentir tristeza porque te queremos.
Rafael, tienes más vida que algunos que conozco con menos años que tú así que, sigue regalándonos tu talento poético por muchos años. Por favor, amigo.