Salvador Sostres apareció el otro día en el programa “Las Mañanas de Catro” Escritor, decía el rótulo que lo presentaba. Nacionalista, decía de sí mismo y contrario al estatut porque “Cataluña no puede pretender ser más Cataluña a base de que España sea menos España”, argumentaba. Siente uno la tentación de comentar la rotunda afirmación, pero es preferible relegarla al olvido más redondo. Sólo una pregunta: ¿Ha entendido algo de España, de Cataluña y del estatut este llamado Salvador Sostres?
Se habló más adelante sobre la propuesta del Presidente Zapatero de retrasar la edad de jubilación y las razones en las que se fundaba ese adelanto. Una y otras son discutibles y tendrán adeptos y detractores. Pero juzguen ustedes la argumentación de Sostres: "Hemos venido al mundo a trabajar. Hemos venido al mundo a pagar el precio que se debe. La vida no es un regalo. La socialdemocracia nos ha hecho creer una cosa que no es. Hemos venido al mundo a borrar las huellas del pecado original. Es que la relajación moral de la izquierda es tan terrible...". Por lo visto el estado de bienestar es simple y llanamente una “relajación moral” implantada por una izquierda maldita. Tal vez por eso la derecha empresarial y política se empeña en desmontar ese estado de bienestar, exige el despido libre, propugna su desjudicialización, pretende la desaparición de los sindicatos, exige la libertad de mercado absoluta y sin injerencia alguna, aunque de esa concepción ultraliberal se deriven crisis que pagará la clase trabajadora, etc.
Y debe quedar claro que la vida no es un regalo. Esa visión errónea y perversa pertenece a la maldad intrínseca de la socialdemocracia. La vida es realmente una condena y el mundo el campo de concentración donde debemos cumplirla para borrar así las huellas del pecado original. Esta hermenéutica del Génesis secularmente predicada por la Jerarquía católica (no confundir con evangelio y cristianismo) podía ser firmada por Martínez Camino y otros mitrados de báculos firmes y contundentes.
Cuando hace unos meses a Ahití le tembló la carne, carne de olvido, hambre y pobreza, y murieron miles de sus habitantes, el ilustre escritor Sostres comentó: “El mundo, a veces, hace limpieza. No podemos vivir todos tanto tiempo y sólo los mejores y los que viven en mejores condiciones perduran. El mundo menstrua y estas cosas pasan y equilibran el planeta. Porque si el mundo no menstruara, tarde o temprano todos estos funcionarios vagos y obreros que se toman la baja por causa de enfermedades imaginarias, se tendrían que poner a trabajar. Ahora todo el mundo llora con Haití, pero los más solidarios, y los que más lloran, que suelen ser los más inútiles y los más desgraciados, tienen la inmensa suerte que de vez en cuando una tragedia como la presente barre una parte de miseria mundial. Eso de Haití es una manera uno poco aparatosa -pero una manera, al fin y al cabo- de hacer limpieza en el planeta. Si eso hubiera sucedido en Europa sí que habría sido un auténtico drama. Quién sabe dónde está Haití. El mundo menstrua y escoge el día, el chorro y el lugar”
Salvador Sostres se define nacionalista-anti-estatut-pro-españolista. ¿Se habrá olvidado confesar que es ante todo nacional-socialista?
No escribo este artículo para borrar las huellas del pecado original. Lo escribo mientras disfruto del regalo del tiempo, del amor, de la luz que entra apoyada en los hombros de un magnolio.
2 comentarios:
acabo de leer este artículo en el blog al este del epem, de R Blanco, blog necesario y etc.
Puedo decir muchas cosas, todas en concordancia, pero este final es absolutamente maravilloso.
Que todos los dioses del Olímpo nos guarden, en este momento de la Historia de la Humanidad que nos está tocando sufrir...
Echo de menos la sensibilidad en las personas, la empatía para sufrir con el prójimo, la educación, el sentido del honor hacia los valores humanos más elementales... echo de menos vivir con la esperanza de que el mañana será mejor para todos...
Entre todos, hemos rizado el rizo hasta un punto, que el tirabuzón ya sólo es un batiburrillo de necedades...
Quiero que me adoptes, Rafael, para sentirme a salvo de la maldad... hazlo, por favor... con permiso de tus hijos y de mis padres...
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