martes, 30 de marzo de 2010

PALABRA MALTRATADA

La democracia es palabra ante todo. Palabra abierta de par en par como un mar. Limpia como el aire de los pinos. La democracia es un estilo de vida, una comprehensión del otro en cuanto el otro es verdad. Por eso duelen las dictaduras, porque fusilan la palabra como acto primero. Porque las dictaduras son sobre todo un golpe contra la existencia del otro, despreciando su verdad, aniquilándolo como hacedor de historia. La palabra es la razón de existir, como el amor, como la creación amorosa y fundadora del amado.

En ese ambiente de democracia plena escuecen los que maltratan la palabra, los que la prostituyen exhibiéndola en las esquinas, convirtiéndola en mercancía, sólo mercancía de kioscos de ferias marginales.

Surgen entonces los Neiras: “Hay que ilegalizar a los socialistas y nacionalistas porque son enemigos de la patria” “El sustrato de violencia y terror forman parte de las entrañas mismas del socialismo”. Y vomita contra el Parlamento y sus diputados elegidos por la soberanía popular. “Sólo puede ser político aquel que tiene las espaldas lo suficientemente flexibles como para adoptar la postura de Lewinsky, ejerciendo sexo oral” Lo acaba de afirmar en antena 3 en el momento en que escribo estas líneas, apoyado por la sonrisa cómplice de Javier Nart. Insulta a la Constitución calificándola de “anormalidad antidemocrática” aprobada por un pueblo de analfabetos. El profesor Jesús Neira es el presidente del Consejo Asesor del Observatorio contra la Violencia de Género de la Comunidad de Madrid nombrado por Esperanza Aguirre. He ahí al hombre.

Y aparecen Mayor Oreja, Ortega Lara, Cotino y tantos otros. "ETA y el Gobierno se necesitan mutuamente", ha opinado Ortega Lara, argumentando que la negociación con ETA es lo único que le queda a Zapatero para "ofrecer a sus votantes, después de su fracaso. A Zapatero no le importan las víctimas Pasa por encima de su memoria, su dignidad y de la justicia que se les debe”

Y Mariano Rajoy apoya: Mayor Oreja está siempre bien informado y hay que escuchar sus opiniones. Mariano Rajoy del brazo de Alcaraz por el Paseo del Prado reclamando atención a las víctimas, pero expulsado de la convivencia de Ortega Lara que confiesa que también él las ha despreciado y por eso hoy no le votaría. Y Esperanza Aguirre indisolublemente unida a Mayor. A Mariano Rajoy le falta liderazgo para desautorizar ciertas afirmaciones de sus correligionarios. Le falta músculo o está de acuerdo con la necrofagia que padece su partido. Si no se detienen etarras significa connivencia con el terrorismo. Si se detienen es simplemente una maniobra de cara a las elecciones. Zapatero ayuda ahora a ETA para que la banda le apoye en las elecciones generales. ETA entrega a sus militantes a cambio de que Zapatero entregue España. Mayor Oreja o es una mente privilegiada o es un miserable. Le cuadra más lo segundo porque de lo primero nunca nos dio pruebas. Ortega Lara víctima, con zulos en los adentros del alma, para siempre zulos, con la sinrazón obnubilándole la razón. Tiene la cabeza encerrada en dos metros cuadrados y ha perdido perspectiva. No votaría a Mariano porque también Mariano ha arriado la bandera de los muertos. La muerte a veces complica la vida, se vuelve indigesta y hay que dejarla de pasear Castellana arriba hacia la Puerta del Sol, sin Isabeles ni Alcaraces.

“María San Gil y yo vamos a dar la batalla” decía en otros tiempos Oreja-talibán- mayor-del-reino. María se fue a vivir a casa-FAES, con el padre Aznar amantísimo. “Contra la rendición, resistencia”, gritaba el Moscardó de guerra y posguerra.

Todavía nos quedan Neira-Esperanza, Mayor-Lara, Cotino-Escrivá, Aznar-reserva-de-occidente. Y Mariano apoyando, costalero fajado, invicto y glorioso.



1 comentario:

Anónimo dijo...

enhorabuena por este escrito suyo que he leido en El Plural.
gracias por su labor!!!
laura