Aznar tiene una amante: la paz. Y va por el mundo evangelizando esta buena nueva. Habló con ETA para acallar las pistolas con claveles. Pero el ejército de liberación vasco prefirió las cachas negras a una lluvia de rosas. Niega ahora la existencia de aquellas negociaciones. Estoy seguro que lo hace para no cargar el peso del fracaso sobre las espaldas de la banda y facilitar así las negociaciones de futuros presidentes. Por su amor a la paz prefiere asumir la propia historia y negar su participación en un diálogo roto por el humo asesino de pistolas calientes.
Aznar tiene una amante: la paz. Tenía la profunda convicción, casi evidencia, de que Irak tenía armas de destrucción masiva. Pero contra la decisión de Europa y del mundo, él se opuso a una guerra que dura todavía y que engendra diariamente muertos y más muertos. Le hizo ver a Buhs y Blair la necesidad de dialogar con Hussein porque la palabra es el seno caliente de la paz. El mundo de los poderosos desoyó su voz profética y la tierra estalló en muerte, sombras y sangre. Consecuente con su conciencia, se negó a enviar tropas a esa guerra. No le daría a Zapatero la oportunidad de retirar soldados de Irak porque él se negó a colaborar en la masacre. Lo ha dicho y de forma rotunda hace unos días en televisión.
Aznar tiene una amante: la paz. España –lo sabe este adalid de la palabra- tiene que ponerse de acuerdo consigo misma. La guerra civil la partió en dos y consiguió que el “españolito que viene al mundo lo guarde Dios. Una de las dos Españas ha de helarte el corazón”
España nació poco antes del cuarenta (¿o en el setenta y cinco?) Los grandes historiadores como José María, Mayor Oreja y muchos otros cifran la fecha de nacimiento el uno de abril de mil novecientos treinta y nueve. En el día de hoy, desarmado y vencido… Enterrado y bien enterrado… En mausoleos con fajines y gorras de plato, en cunetas, aplastados por el anonimato, como perros rabiosos. Por eso sabemos de la gloria de unos e ignoramos –la ignorancia es un valor en alza en nuestra derecha española- dónde están los que no tienen derecho a una cruz con un rosario de estrellas. A ciertos muertos les queda bien la muerte y nadie –ni siquiera los hijos o los nietos- tienen derecho a desamortajarlos.
Aznar tiene una amante: la paz. Paz de patriota que va por el mundo para que el mundo conozca el futuro fecundo que entre todos vamos construyendo. Entre Franco amortajado de llanto y el olvido olvidado de Adolfo Suárez está el ayer en el que la paz echa raíces. La transición no es una asunción amante del pasado. Es más bien paletada de tierra sobre paletada de estiércol para enterrar a ciertos muertos –no todos- sin cruz posible de resurrección. El ayer es un viernes, sólo viernes.
Aznar tiene una amante: la paz. Pero la paz “no se hace removiendo huesos” Lo ha dicho en Aragón, en Huesca concretamente, donde la Virgen del Pilar dice…
Mis muertos son un derecho, Sr. Aznar. Muchos no queremos renunciar a ese calor vivificante de la madre tierra que acoge gozosa nuestro pasado para convertirla en palmeras y oasis de la memoria.
Vd. también tiene sus muertos, Sr. Aznar. El olvido forzado es un desencuentro del hombre consigo mismo.
8 comentarios:
Rafael querido, que bella ironía recorre todo tu artículo.
La verdad es que hemos llegado a un extremo tal que, al hablar del PP, la mejor forma de abordar las enormes barbaridades y mentiras de que desvergonzadamente hacen gala, es mejor utilizar la ironía. No se merecen la crítica sin más.
Eres muy inteligente, Rafael. Y utilices cualquiera de las armas que la lengua nos ofrece, siempre aciertas. Eres único.
Besos.
PD. Hoy estoy un poco mejor. Ayer fue mal día.
Aznar no merece el olvido. Tiene muchos crímenes y mucha sangre de los que responder.
Aznar lo que tiene, además de una… es un dilema: no admitir que es un cadáver político y sin repuesto que le sustituya. ¿Culpará al dedo que lo señaló?
Rafael, lo dicho, no se puede sacar más provecho a las palabras como usted lo hace.
Gracias y un saludo.
Lo primero, darle gracias al Universo por brindarte su fuerza y traerte de nuevo, algo esperado y deseado, querido Rafael, por mucha gente quizás, mucha más de la que te imaginas... bienvenido, de nuevo, a este mundo virtual que es más humano y decente, gracias a personas como tú.
Después, reiterar mi admiración ante tus poderosas palabras. Una vez más, lo sé... puede parecer que no tengo más recursos gramaticales pero, ¿sabe alguien de un nuevo calificativo que podamos usar para valorar en su justa medida, lo que escribes?
Aznar, no merece el olvido, estoy de acuerdo con el querido Fet, pero tampoco se merece tus palabras ni las palabras de la gente buena... pero, como es imposible vivir en un mundo idílico (y tal como decía mi adorado abuelo), a veces hay que regalarle rosas a los cochinos...
No ensuciaré tu vuelta, hablando más del impresentable...
Mil besos de cereza y con cada uno de ellos, un achuchoncito...
¡Por fin estás aquí! Voy a seguir leyéndote.
Eres genial Rafael.salud y saludos
Lo cierto es que Aznar se embolsa una suculenta cantidad de dinero por conferencia.
Este tío es un sinverguenza y un egocéntrico que duerme a pierna suelta y se emborracha mientras las víctimas de su mala leche y del imperialismo USA lloran cada día la tragedia padecida en sus carnes. !Cuanta injusticia y cuanta delicadeza y respeto para comentarla tienes Rafael, maestro! Yo también soy feliz al poder tenerte por aquí de nuevo!
Salud. Mucha salud.
D. Rafael un magnifico árticulo como siempre, describe usted perfectamente con ironía a éste antipatriota que tenemos que padecer, enhorabuena.
muy buen comentario como siempre y muy buenas las opiniones que comparto casi todas
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