Hace tiempo, mucho tiempo, quien buscaba la camisa del hombre feliz, terminaba encontrando al hombre, pero no tenía camisa. La relativización de lo poseído, el desprendimiento de los accesorio, incluso a veces de los necesario, era un valor. Ser antes e independientemente de tener. Existir, antes que subsistir. Primero lo humano y detrás, muy detrás, la posesión.
No sabemos quién es Camps. Es un paisaje de baches, hondonadas, curvas peligrosas, opacidad de sombras, negruras que manchan la belleza del azahar y los naranjos. Pero tiene camisa. Y trajes de Milano. Y cinturones flexibles. Y smoking para audiencias papales. Le estorba Rita-parásito-incrustada en su perfil de “viva moneda que nunca se volverá a repetir” Y por ese tener grita al mundo su felicidad, cada día más luminosa, más tonificante, más hidratante. Felicidad-crema de perfumería francesa. Felicidad de ser perseguido por una policía traidora, por fiscales traidores, por jueces traidores obedientes todos a un gobierno traidor, especializado en montajes para estrujar la felicidad de un hombre honesto, que ama a sus amiguitos del alma hasta el testimonio testicular.
Mariano Rajoy le ha puesto alfombra a su camino: “será el candidato diga la justicia lo que diga” El Presidente del Partido Popular, asesorado por Trillo-Yak y Juan José Cortés, ha decidido dar la espalda al poder judicial para que quede clara la separación de poderes en un estado democrático.
Y en ayuda de su Presidente ha venido Soraya exigiendo la presunción de inocencia igual que la defendió para el Ministro Bermejo, para José Bono, Manuel Chaves. Garzón. Y María Dolores-pasionaria-con-casera de pensionistas, funcionarios y trabajadores. Y Esteban González Pons: “El PP. considera que Francisco Camps es uno de los grandes líderes de los que disponemos, el candidato de Valencia con mejor hoja de resultados de la historia” Lo ha proclamado urbi et orbi, mirándole a los ojos a Correa, al Bigotes, a Bárcenas y a todo el que ha sido capaz de sostenerle la mirada. La honestidad se ha instalado últimamente (sólo últimamente) en las pupilas de D. Esteban. Se le ha enamorado el alma de pureza-goretti. Se le ha enganchado la honradez en las pestañas y ha descubierto, por ejemplo, el mundo de arruga y boina de los pensionistas: “Quiero mirar a un jubilado a los ojos y decirle: yo dije no” Y así, trenzadas las miradas, llorar la persecución infame de una izquierda bolchevique.
Uno llega a emocionarse. Cuando el déficit, los mercados, el consumo. Cuando se rompe España (Durán y Lleida es una prueba). Cuando hace falta un milagro-Lourdes-Aznar-Fátima. Cuando Losantos-Cristina-Cope-Intereconomía aúpan Esperanza como esperanza única, un hombre es feliz, más feliz cada día. Bienaventurados los que sufren persecución por la justicia, le susurró el Obispo Gascó.
Que lo sepan las bolsas los emperadores de Europa y del mundo: España está redimida por la felicidad de uno de los “grandes líderes de los que dispone el Partido Popular, con la mejor hoja de resultados de la historia”
Hay que agradecer la felicidad como se agradecen el azahar y los rosales.
1 comentario:
Me ha encantado tu artículo. La verdad es que tienes toda la razón y el del azahar es uno de los aromas más agradables que conozco. Espero escribirte pronto y "verte" por Skype, pero quería que supieras que, aunque lejos, todavía te sigo leyendo (aunque a veces se me escapen cosas como quienes son nuestro líderes actuales). Gracias por ayudarme a no olvidar
Un beso,
Patty
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