No
olvides nunca el llanto.
Se
necesitan lágrimas calientes
por
los niños aprendices de la guerra,
por
las mujeres enterradas sin besos,
por
la palabra fusilada contra un muro.
No
olvides nunca el llanto
por
los muertos sin pan,
por
los seres tronchados para siempre
con
las minas sembradas en los campos
para
convertir los seres rotos
en
billetes oscuros del confort.
No
olvides nunca el llanto
por
los viejos sobrantes de este mundo,
por
el futuro hueco del mañana
vacío
de esperanzas y de sonrisas,
por
los vientre hinchados de nostalgia,
por
el tiempo pisado en las bodegas,
exprimido
como uvas vacías.
No
olvides nunca el llanto
por
cárceles de hierro retorcido
donde
no están los que rompen el mundo
para
invertirlo en los bancos de la usura.
No
olvides nunca el llanto
que
sostiene los gritos,
columnas de las penas,
amargura de soledad tan sola,
de
las muertes que nunca amortizaron la existencia.
Ahí
os dejo mi llanto,
lápida
que me aplasta.
No
me piseis las lágrimas
porque
duelen los huesos estrellados,
el
cerebro del agua,
el
esqueleto huérfanos de besos y de carne.
1 comentario:
que poema tan bueno y real
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