“Lo malo es haber pensado”. Lo decía Ionesco, consciente de que el pensamiento se convierte en rebelión, en arma cargada de futuro como la palabra. Por eso los dictadores aplastan palabra y pensamiento como primera decisión de subsistencia. Nuestras falsas democracias denuncian también el pensamiento y la palabra. Los pisotea el poder del dinero, el aburguesamiento vital, la acomodación existencial. Los poderosos tienen siempre la necesidad de abortar el pensamiento porque tienen miedo a la resurrección de la palabra. Consiguen que nos sintamos contentos con el sometimiento a la moda, con la influencia de los medios de comunicación, con el abaratamiento de las corrientes de opinión. Dictaduras disimuladas, pero prohibición de pensar al fin y al cabo.
El Papa por las calles de Madrid. Avenidas de geranios laicos, pero de rodillas ante la blancura seda y oro del pontífice. Todos los continentes aplaudiendo al papamóvil. Madrid ardiendo de sol, de policromía racial, babel de asfalto y modernidad. Neptuno amarillo y blanco. Cibeles-hábito-azul. Arboles brotando rosarios. Vírgenes de espigas limpias, piel joven sin caricias de pecado. Respuestas aniñadas, infantilismos adultos con pañales de vergüenza. “El calor se soporta con la fe”. “Ver al Papa es un regalo de Dios” “Hemos hecho un largo viaje para llegar al corazón de los infieles”
Una semana de inundación humana. Muchas almas con acné juvenil, ebrias de adolescencia, erectas, necesariamente erectas como mitras episcopales. Reservada la sangre para cuando el matrimonio, guardados los besos para cuando las bendiciones, manos sin cuerpos para cuando Dios sea testigo. Semana de turismo, de menú barato, de transporte regalo de Esperanza, ambiente limpio de parásitos desinfectados por el Obispo Camino, con miedo a discrepar porque el arzobispo de Toledo los llama paletos, provocadores que dice Botella-Doña-Ana-Concejal. Curas sin afeitar, monjas con hábitos regionales-sección-femenina. Madrid, un gran parque sindical. Vertical, muy vertical. Papa-Príncipes y los gregarios JMJ.
Una semana entera. Sin ninguna reunión para poner ideas renovadoras en común. Ningún grupo de mujeres cristianas reivindicando un papel activo en la Iglesia, exigiendo su dignidad secularmente humillada, sus derechos, su influencia en el pensamiento renovador del mensaje cristiano. Daban pena esas mujeres, sometidas, eternamente sometidas, sin más aspiración que la obediencia debida. Africanos, latinoamericanos, asiáticos sin exigir una Iglesia profética que denuncie el hambre, la miseria, el analfabetismo de sus hermanos. Fraternidad de misa, rosario y via crucis. Fraternidad cómoda y aburguesada. Olvido sacrílego de los estómagos vacíos de sus pueblos. Sacerdotes, religiosas, entusiasmados con su celibato, con su virginidad, pero olvidados de los que allí se quedaron sin vacunas, sin agua, sin un trozo de pan y de esperanza. Juventud que disfruta de la visión papal como de un regalo de Dios, que soporta el calor con la fe, pero que no reclama ni se implica en la lucha por un futuro de justicia para sus pueblos. Nadie se ha reunido con mujeres maltratadas, con parados, con desahuciados. Esos han sido apartados por cuestiones de seguridad. Pueden manchar la blancura de la sotana blanca, apropiarse del oro de los pectorales, arrancar anillos para empeñarlos en el Monte de Piedad.
No han sentido la necesidad de comprometerse para comulgar con un mundo partido en trozos de pena. No son conscientes de que un dios aséptico, ajeno al devenir de nuestras angustias no puede ser nunca el Dios que puso su tienda entre nosotros porque quiso ser prójimo de la aventura humana. La Jerarquía dogmática, teocrática, dictatorial también ha prohibido pensar.
Papa. Cardenales. Obispos. Un millón. Dos millones. Es lo mismo. Había un hueco en la multitud. No estaba. No podía estar Jesús de Nazaret. También se sintió excluido. Prefirió compartir un trago de miseria con la mirada amortajada de Somalia.
4 comentarios:
Palabra profética la tuya, amigo. Esta sociedad anestesiada necesita de hombres y mujeres que denuncien como tu lo haces y que no desmayen Te admiro y sigo aprendiendo, escuchándote. Un abrazo de lo mas cálido.
¡¡¡Precioso!!! Bonito de verdad. Denuncia clara y sin rodeos en medio de tanta palabra bella.
"Juventud que disfruta de la visión papal como de un regalo de Dios...pero que no reclama ni se implica en la lucha por un futuro de justicia para sus pueblos". Imposible expresar mejor estas masas infantiloides que, bien visto, dan pena.
Un beso con mi cariño. Sabes que te quiero, amigo mío.
Sus palabras expresando tan bien sus conocimientos y sabiduría me son imprescindibles cada mañana. Gracias.
Magnifico articulo
Gracias por esas palabras
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