viernes, 19 de julio de 2013

RENUNCIACION




Cerró al amor su piel,
los huecos de su vientre.
Se alimentó de distancia
hasta hacer de los huesos
un andamio de lejanías huecas.
Apostó por  besos endogámicos
de una boca adquirida en la subasta
de túneles internos,
de rocas impermeables..
Soñó con orgasmos en la penumbra gris
de pubis como gritos,
de gritos como pubis desiertos, sin oasis.
Para aliviar la tierra
de la carne quemada,
se anudó la lengua en la cintura
y rompió los espejos con estrellas.
Caminó hacia sí misma hasta encontrarse
con la sombra que instruye un camino imposible.
Yo he amado la espuma de ese vientre,
la marea de sus labios,
las olas de sus pechos verticales
y la arena virgen de sus ojos.
Se abrió entre mis manos una noche
como los pétalos de una luna rubia.


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