viernes, 19 de febrero de 2010

LIBERTAD CONDECORADA

El tiempo a veces es puente con el tiempo. Cuando Franco era sólo una huella de sí mismo, unos militares pretendieron por medios pacíficos sacar a España de su sangrienta dictadura y regalarle la madurez de una democracia. Fueron perseguidos, encarcelados y hundidos en el barro de la traición y el olvido.

Han pasado muchos años. La libertad conseguida por el pueblo español dejó pasar el tiempo. La democracia alumbrada fue poniéndole espalda a la memoria. Hasta que una Ministra respetada-despreciada ha tenido el coraje de condecorar a unos hombres uniformados que empujaron la historia para que la historia fuera la hechura libre de una ciudadanía madura.

Cuando hace treinta y cinco años cayó una losa inmensa sobre el cuerpo de Franco, se lo comenté a los amigos: hay más franquistas de lo que creemos los antifranquistas. Treinta y cinco años después quedan demasiados rescoldos de aquel incendio que nos devoró cuarenta años de nuestras vidas. Hay partidos que no han condenado todavía aquel régimen. Hay una Jerarquía católica que añora aquella convivencia prostituída y adúltera. La Ley de Memoria Histórica no ha sido suficientemente empujada ni económicamente dotada para que se cumpla hasta sus últimas consecuencias, ni ha sido interiorizada por todos para redimir (que no olvidar, que no hurgar en heridas) la negritud de nuestra historia. Son muchos los que desprecian las cunetas, las tapias blancas de nuestros cementerios. Allí están los muertos, nuestros muertos, dando luz y calor a la palabra resucitada. La libertad se nos ha hecho costumbre y la costumbre siempre deshuesa la realidad. Nuestra libertad es el fruto de mucha sangre, de recuerdos provisionalmente enterrados pero con vocación de esperanza.

Militares condecorados. No por méritos de guerra, de sangre, de aniquilación. Por lucha humana y humanizante condecorados. Hacedores de libertad, creadores de espacios abiertos, de ventanales de par en par a la vida. Ha tenido que pasar el tiempo, demasiado tiempo, para que una Ministra respetada-despreciada haya devuelto la dignidad guardada, arrugada casi, cosificada casi, a unos militares de los que entonces nos sentimos orgullosos cuando Franco era sólo una huella de sí mismo.

Queda Utrera Molina cuadrado ante Millán Astray. Quedan Macarenas-Queipo-Capitanas-Generales. Queda el Valle de los Caídos descolgado de la historia. Queda una Jerarquía llorando una viudedad de pluviales negras. Quedan los que nunca se atrevieron a despojarse de su placidez añorada. Hay más franquistas de lo que creemos los antifranquistas.

Nos quedan también, están ahí, unos militares que supieron hacer la democracia. Hoy llevan la libertad condecorada porque una Ministra respetada-despreciada supo hacer del tiempo un puente consigo mismo.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues que les den la medalla al merito democratico pero que no dehonren la medalla al merito militar quienes se conjuraron contra sus jefes pasandose por el arco del triunfo las ordenanzas y el honor. Claro que todos ellos eran sociatas, verdad? Que verguenza de ministra rubianes y de generales humillados. Como oficial siento asco.

Anónimo dijo...

Que vergüenza dan estos militares que se resisten a ser demócratas , el ejército debe de estar al servicio del pueblo y no al contrario , menos mal que estamos bajo el manto de la OTAN y de la legalidad de la ONU , si no todavía habrían cafres que intentarían dar otro golpe , que lo intenten si son valientes , haremos diez o doce cárceles más y trabajo para los constructores , profesor personas influyentes como usted y demás eruditos son los que deben , en mi modesta opinión , hacer fuerza para que la ley de memoria llegue hasta el final y que la justicia haga lo que su nombre dice , no tiren la toalla por favor personas capacitadas , los familiares de los represaliados dependemos de ustedes , también de otras personalidades , pero ustedes por mentes privilegiadas tienen una deuda con los menos favorecidos intelectualmente , creo , no nos abandonen , gracias .

narbona dijo...

ES un placer leerle. . . . . todo un placer. La razón, implacable, impecablemente escrita. Acertado como siempre.

Joan Josep dijo...

Entro en tu blog regularmente, aunque no te comente. Soy religioso , Hermano de La Salle y firmaría tu post. He conocido a dos de esos militares. Uno, su familia veraneaba en el mismo pueblo que yo, cuando era adolescente. El otro, ya difunto, lo conocí en la Costa Brava, compositor de habaneras.
Tengo que decirte que me duele mi jerarquía, es más la considero totalmente alejada del Evangelio. Además, pierden la ocasión de luchar por una verdadera Memoria Histórica: la que saque a la luz TODO. Las bondades y las maldades que se hicieron en ambos lados. Me temo que las generaciones jóvenes y las que vendrán, se quedarán simplemente con una caricatura o con la versión del gobierno de turno...
Un apunte. Al oficial que siente asco, el firmar como anónimo dice muy poco de ese valor "que se le supone". Un abrazo: Joan Josep