“Estoy orgullosa de Soraya Sáez de Santamaría, portavoz de mi grupo en el Congreso. Ella ha sido capaz de mandar a Fernández de la Vega a la calle y a Rubalcaba al hospital”
Así de elegante es la exministra de sanidad Celia Villalobos. Fue cuando las vacas locas. Se les fue la cordura por los cuernos y embistieron los restaurantes, los comedores escolares, hospitalarios, las cocinas familiares y las tarteras de albañil a medio día. Comida de andamio, con postre de piropos rubios y sobremesa de muslos-dieciocho años con vaqueros.
Celia Villalobos. Alcaldesa de mares andaluces. Con su Marbella prójima, parturienta de Giles, Muñozes y Pantojas, de Malayas y Rocas con urinarios picasianos.
Celia Villalobos. Diputada orgullosa y desafiante. Nadie podría demostrarle –proclamaba-que nunca hubiera ofendido a nadie. (El PLURAL editó hace unos días un rosario de perlas cultivadas) Lo aprendió de Aznar que era, y sigue siendo, un modelo de elegancia presidencial y mientras la guardó en su cuaderno azul exhibía un lenguaje ministerial. Por las cocinas andaba la ministra, hirviendo caldos de cerdo, para que la locura no se nos subiera a la cabeza y nos enroláramos en una guerra de intercambio de sangre por petróleo.
Celia Villalobos dejó un día el ministerio. No recuerdo que nadie achacara al portavoz de la oposición su derrocamiento. Tal vez a Aznar se le cayó el cuaderno y al recogerlo no tuvo conciencia de que Celia estaba en el suelo. O si se dio cuenta y no le dio importancia.
Celia Villalobos está orgullosa del café que su marido tomó con la organización ETA. Sólo fue café, no negociación. Se encontró con la banda haciendo el camino de Santiago y aprovechó para calentarse el cuerpo. Aznar ni se enteró porque Aznar no negoció nunca. ¿Azúcar o sacarina? –le preguntaron. Fueron amables. Casi se puso a dialogar amistosamente mientras Mayor Oreja acercaba presos a las cárceles vascas y Martín Fluxá proclamaba que no habría vencedores ni vencidos. Era el ejército de liberación vasco y valía la pena. Pero Aznar no negoció nunca. Celia estaba orgullosa.
¿Celia Villalobos está orgullosa de su conductor? “El pobre no es más tonto porque no se entrena” Pero es que se llama simplemente Manolo. Si fuera DON Manuel, el presidente vitalicio (Fraga siempre es vitalicio) de su partido, otro Rajoy cantaría. Manolo sigue ejercitándose cada día para conseguir ser más tonto y que su jefa se sienta orgullosa.
¿Celia Villalobos está orgullosa de los tontitos del Congreso? Orgullosa y cariñosa con ellos. Por eso les llama tontitos a diferencia de Manolo que es tonto, muy tonto, sin más.
¿Celia Villalobos se sentirá orgullosa del fascista que es el Presidente del Congreso, José Bono? Tampoco hay que pedirle tanto a la exministra, exalcaldesa, exmuchascosas. En su partido se cobija mucha ultraderecha fascista y ella sabe que es muy desagradable vivir con ciertas compañías.
¿Celia Villalobos se sentirá orgullosa de Camps, de Bárcenas, de Fabra, del Correa-Bigotes-boda-de-El-Escorial?
El orgullo es un pecado tremendo, seguramente prohibido en el programa de ética del Partido Popular. Pero se convierte en virtud santificante cuando de mandar a la calle a Fernández de la Vega se trata y se consigue encerrar en un hospital a Pérez Rubalcaba. Algo que ha logrado, loado sea Dios, Soraya Sáez de Santamaría. Celia Villalobos está orgullosa, muy orgullosa de su portavoz omnipotente.
Santa Sáez de Santamaría, ora pro nobis.
3 comentarios:
¡¡¡¡GENIAL!!!!, bonico mío. Nadie puede usar el sarcasmo con maestría semejante. ¡Qué bueno!
Es una delicia leerte y aprender de ti. Qué habilidad para desarmar y restregar por los suelos de la inmundicia a estos desvergonzados, que mienten antes de abrir la boca.
Este artículo debería ser el punto de partida de una campaña electoral. Debería presidir todos los actos y que fuera leido por todos, unos y otros, hasta la extenuación.
Ante tanta mediocridad está la magnifica pluma de mi amigo Rafael Fernado Navarro.
Mi enhorabuena. Gracias por tu buen humor contagiante, querido amigo.
Un beso.
Muy buena, la sugerencia de Mª Dolores.Este articulo deberia encabezar todos los mítines, incluido el pp.
Saludos republicos
Suficiente: con seguirles un tiempo a estos personajes, ellos solitos se irán posicionando en su perfil. Después, será cuestión de encontrar –que no es fácil- un Rafael que, con finos pinceles e inteligencia nos ofrezca su retrato.
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