NO
PUEDO
No puedo con tanto mar en la
espalda.
No soporto las olas
arrepentidas de espuma.
No puedo coleccionar
horizontes
suicidados cuando llegan tus
ojos.
Todo lo inalcanzable se
llama como tú.
Lleva tu nombre el cuerpo
que no acerca
tu noche a mi noche.
Estoy abrazado al hueco de
mi cama,
a la huella que abandonó tu
nuca en mi almohada.
Y está callado el mar y huyó
la arena,
cómplices de tus pies de
despedida.
No puedo con tantos besos
colgados del olvido,
nidos desahuciados
porque nunca pagaron
el hospedaje del aire.
No puedo con la pistola
negra
apuntando mis sienes
con un beso de gracia en la
recámara
que desangra el recuerdo
de lunas compartidas.
No puedo con los besos
divididos entre dos.
Necesito los labios enteros
que me llenen de sal el
cielo de la boca,
de sudor y saliva la piel
reconvertida
en tacto,
en éxtasis,
en cuerpos confundidos,
tú y yo,
nosotros,
sin ellos que se fueron,
sin el mar que se fue,
sin las olas que huyeron,
sin horizontes que aprietan
los nudos trenzados de tu
pelo.
Azul te quiero, azul.
Te necesito imposible
porque lo posible está
siempre
amenazado por la nada.
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