domingo, 10 de noviembre de 2013

CIEGO





 Hoy quiero proponerte un juego hermoso.
¿Canjeamos un beso por un amanecer?
Tú aportas los labios sembrados de amapolas,
Yo, mis ojos poblados de delfines.
Intuyo el sol que surge entre tus párpados,
presiento en tus pestañas cataratas.
Mares de sombra me empotran
en cegueras oscuras como sótanos.
Tu cuerpo es sólo una noticia de perfumes.
Adivino tus pechos porque lo cuentan mis manos.
Mis dedos se abren camino
hasta la cumbre de tu sexo.
Van dejando huellas que limitan
tu cintura, tus ingles y tus piernas.
El resto lo hace el instinto
y tus muslos  apretando mis espaldas.
Tengo sólo memoria de los sótanos
implantados en mis cuencas desde el día
en que se abrió el camino del útero del mundo
y alguien pobló mis ojos de peces de metal.
Tú acumulas cataratas en tus párpados
y la luz te brota como el agua.
Tienes un arco iris en tu piel
y tocas los colores
y haces una trenza con la luz
y te tragas el aire de todas las estrellas.
Soy un ciego en las puertas de la vida
suplicando el intercambio
de un beso por un amanecer.
Regálame tus labios sembrados de amapolas.
Yo te entrego mis ojos poblados de delfines.


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