CUANDO
ESTABAS
Olía a luna fresca,
a luz recién segada,
a soledad caliente, recién
hecha,
horneada en tu boca,
como cuando estabas tú
Sabía a lluvia,
a sal tu vientre,
a agua de mar tu carne,
a río engendrado aquella
noche,
tu saliva a uva de
setiembre.
A madera encendida
que sobresalta el sexo
y lo erige en almena.
A cintura de viento tu
cintura,
a musgo fluvial tus muslos.
A trenza con margaritas
blancas,
a margaritas blancas
tu pelo entusiasmado entre
mis manos.
Olía como entonces,
cuando estabas,
cuando hacías camino por mi
sangre,
en madrugadas limpias.
Olía a risas la almohada,
a precintos rotos tus
ingles,
a alegría estallada,
a botella de brindis porque
aprendimos
a ponerle apellido a las
estrellas.
Todavía me huele a luna fresca
como cuando estabas tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario