CAFÉ
Huelen tus besos a café
recién hecho.
tu cuerpo a humo de
incienso.
Carne ardiente de noche,
piel estremecida de ascua
Saben tus labios a taza
amanecida,
a oscuridad iluminada,
a ternura de azúcar.
Quiero beberme tus caderas,
trago a trago tus pechos.
Incorporarme a la vida
alimentado con tu entrega.
Saberte dentro de mí hasta
que la luna
nos convoque al abrazo
y vierta la espuma de mis
mares
en el pozo limpio de tu
vientre.
Me huele a ti la vida,
a ti recién hecha,
madrugada.
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