sábado, 11 de enero de 2014

CAFÉ


Huelen tus besos a café recién hecho.
tu cuerpo a humo de incienso.
Carne ardiente de noche,
piel estremecida de ascua
Saben tus labios a taza amanecida,
a oscuridad iluminada,
a ternura de azúcar.
Quiero beberme tus caderas,
trago a trago tus pechos.
Incorporarme a la vida
alimentado con tu entrega.
Saberte dentro de mí hasta que la luna
nos convoque al abrazo
y vierta la espuma de mis mares
en el pozo limpio de tu vientre.
Me huele a ti la vida,
a ti recién hecha, madrugada.


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