SOY MUNDO
Soy parte de la tristeza del
mundo.
Un coágulo en su sombra.
Cuelgo de sus guerras.
Soy el producto de las
navajas calientes
de banqueros elegantes,
con amantes numéricas,
90-60-90.
Soy escombro destinado al
basurero,
materia ni siquiera
reciclable,
para un fuego que limpie las
conciencias
de misiles recién
estrenados.
Soy parte del asco del
mundo,
colaboracionista del hambre,
de estómagos atravesados
por desperdicios de
contenedores incoloros.
Soy parte de las guerras
que consiguen que la sangre
sea un valor que cotiza en
bolsa,
que logra un equilibrio
cósmico
ofreciendo la carne troceada
a la rapiña.
Soy una parte del vómito del
mundo
que disfraza la esclavitud
de lucha por los derechos
humanos.
Soy parte del esfuerzo farisaico
que dicen que instauran con
las manos
y destruyen a patadas
aunque sea el balón
un mundo roto irremediable.
Soy parte de la náusea
caliente
que decora las negociaciones
de una paz que nadie quiere
porque sólo las armas
producen beneficios.
La paz es elegante,
pero no logra entenderse con
la ONU,
con el F.M.I.
con esos organismos
estériles
que nunca dan el fruto
deseado.
Voy del brazo de Sartre, de
Camus
hacia el sinsentido de todo
para no ahogarme
en el charco de la nada.
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