sábado, 26 de abril de 2014

SI ALGUNA VEZ



Si alguna vez empieza la esperanza
haré un hueco en mi sombra
para hundir sus raíces.
Vengo del ayer oscuro
con el temblor del tiempo
azuzando la sangre
Tal vez el mañana
sea un minutero alargado
hasta la distancia exacta de la muerte.
La tierra no es de tierra
es de ceniza
y bucea con el perfil de un toro
femorales hastiadas,
gritando el miedo a una eternidad oscura.
Si alguna vez descienden los jardines
a la voz primitiva de su esencia,
a los antepasados de un falso paraíso,
a las víboras de plástico y manzanas brillantes,
yo te estaré esperando, mujer, para brindarte
sexo y sudor,
dolor,  un pan de barro
y un hijo con el horizonte doblado bajo el brazo.
Y echaremos a andar,
castigados,
sin camino
hacia ninguna parte
cosechando incertidumbres,
masticando la maldición maciza de las sombras,
la luz astillada
de una copa vacía y sin sentido.
Te estaré esperando
a la orilla de la nada
con una herencia de paisajes en los ojos
para encuadrar tu carne
y decorar tu sangre con mariposas rojas.
Seremos entonces dos extraños reunidos
en una sociedad absolutamente limitada.
Trabajaremos fabricando denuncias,
apelando a las olas y a los árboles
contra quien nos hizo soledad inhabitable,
absoluto vacío que no llena
ni un mar puesto de pie.
Seremos un amor indefinido,
una atracción incomprensible.
Vamos a brindar por lo imposible,
por la ignorancia de nosotros mismos,
por este amor invertebrado

como un río que pierde su camino

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