REGRESO
A TI
Regreso a ti.
Traigo un camino de ceniza
atado a los pies.
Montes incrustados entre los
dedos.
Trozos de memoria rota como
cristales,
penas en pedazos,
huellas de escombros,
de estrellas salpicadas
de esa tristeza azul
que tienen los barcos
hundidos.
Regreso a ti.
Avenidas de árboles
frustrados,
de sombras sin raíces
donde se prostituyen las
lunas
para sobrevivir en las
noches sin pájaros.
Regreso a ti.
Espero que me esperes,
que recojas lo que queda de
cansancio,
de desesperanza,
de hastío.
Espero que me estés
esperando
con un baño caliente, como
entonces,
con un café cargado, como
entonces
y me arropes en besos, como
entonces,
al calor de tu piel, como
entonces.
Regreso a ti.
Hazme sentir.
Enséñame a andar apoyado en
el viento
sin ese miedo amargo,
sin vértigo de la altura.
Necesito el calor del abrazo,
el techo de tu cuerpo
cubriendo mis ruinas.
Regreso a ti.
Para que poco a poco me
rehagas,
reconstruyas aquella luz
antigua
que besaste el primer día.
Recréame.
Porque cuando buscaba, te
buscaba,
y besaba tu carne cuando la
primavera,
y era la humedad de tu piel
cuando la lluvia.
Eras tú cuando todo me sabía
a tus labios salados,
cuando eras más que un pronombre personal
más que un adjetivo
posesivo.
Regreso.
Quiero estar y ser en ti.
mundo único,
mi estilo de existir,
de convertir tu aliento
en el tiempo que me conforma
vivo
y viviente en la vida.
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