PORQUE
ESTAS
Sé que estás.
Huele a tu piel el aire,
la pared,
la almohada.
Estás.
Siento el peso de tu nombre,
el volumen de tu aliento,
el cuerpo de tu sombra en
mí.
Estás.
Porque respiro huellas
que se hunden
en el cielo de mi boca.
Estás.
Porque toco
la luna entre tus pechos,
refugiada en tu vientre.
Estás.
Porque tus labios
piden la eternidad del beso.
Estás.
Porque exigen tus piernas
el abrazo infinito,
la larga presencia
en tus surcos arados.
Estaré.
Junto a ti,
en ti
como una torre que supera el
tiempo
y permanece
con la primavera en la
cintura.
Soy cosecha de ti,
de tu tierra alegre,
de tu barro triste,
de tu sangre cuajada de
amapolas,
de tu carne viva y muerta,
dependiente de equinoccios y
mareas.
No importas.
Estás porque estás.
Estás como eres.
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