ANTE
TI
Ante ti.
Líquido, como un río.
Trasparente, como una luna.
Frío, como una muerte.
Cálido, como un beso.
Así, ante ti.
Para que te asomes
al brocal de musgo crecido.
Para que se reflejen tus
ojos
en la hondura del agua.
Ante ti,
Nefertitis rubia, azul,
desnudando el tiempo,
este tiempo que soy
irremediablemente.
Para que leas la hora en
punto
en las venas de los relojes,
en los surcos del barro que
soy,
el barro que modulas cada
día,
manos de orfebre tus manos
insuflando el aliento
con tus labios cereza.
Ante ti.
Para que pronuncies
la hierba que me crece en
las paredes
porque tú la nombras.
Ante ti.
En tu sala mi carne,
despiezada en tiras de pena
amarga,
en trozos de arco iris,
en sol amante de lluvias,
en pan cortado que alimenta
alegrías.
En ti.
Para que aprendas mi nombre,
para que no confundas
el sabor de mi piel
con una luna amarga.
En ti.
Como soy,
como creo que existo,
sin más espejo
que tus manos calientes
donde anida mi invierno,
mi invierno infinito.
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