domingo, 8 de diciembre de 2013

MOMENTO



No sé si es el momento
de despegar el tiempo
y hurgar en la duda.
No sé si  es el momento
de arrinconar escombros
y abrirse camino
a los adentros.
No sé si es el momento
o hay que esperar a la alegría,
a la muerte del miedo
para mirar la sangre frente a frente
y saber si estás,
si no estás,
si eres,
si no eres,
si existes,
si no existes.
o saber de una vez
que el hombre es un vacío,
un precipicio de aire
sin unos brazos que esperen
cuando te falla la esperanza,
cuando se rompe la sujeción del amor
y te desplomas sobre el vacío,
el inmenso vacío
que implica la existencia.
No sé si es el momento.
Pero hay que averiguar
si tengo un manantial de besos
o la falsedad de un oasis.
Tengo miedo de equivocar los tiempos,
de que no sea el momento
de segar la nada,
de cosechar viento
y no encontrarte
a la sombra de mi duda
esperándome.
No sé si es el momento
o prefiero esperar con los ojos vendados,
con el miedo atado a la cintura
y no preguntar tu nombre
por si no estás,
por si no existes,
por si fuiste sólo
una necesidad imaginada,
un espejo roto
como se rompe el mar
cuando se enamora de una roca.
Voy a esperar
por si madura tu boca,
por si aprendo tu nombre,
por si encuentro la espalda de la espuma
y tu piel es tu piel
y tu cintura una luna redonda
y una yedra tu alegría revelada.
A lo mejor no es el momento.



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