PERDIDOS
Hemos amanecido perdidos,
tú, en mi cuerpo,
yo en tu cuerpo,
con la victoria sobre un
tiempo vencido.
Hemos sido noche,
noche tú y yo,
navegando oscuridades
gloriosas,
haciéndole agujeros a la
luna,
buscándole hueco a las
estrellas
hasta que se enrocaron los
besos
y se rindió la piel de la
palabra.
Fueron entonces las lenguas,
las manos, las piernas
enlazadas,
la confusión suprema
de la conciencia fundida en
la conciencia.
Tenemos los labios
chorreados
de sudores salados,
ingles líquidas, nevadas
de tanto monte escalado.
hasta llegar a ti,
hasta que me llegaste.
Estamos perdidos en esta
madrugada
entre alientos y gargantas
que gimen
como pájaros recién seleccionados
para este amanecer.
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