Y EL LE BESO LOS LABIOS.
Hace un tiempo, Berlusconi dedicó unos comentarios machistas
a Angela Merkel. Comentarios tan denigrantes para el que los pronuncia como
para la persona a la que iban dirigidos. Por eso me remito a la memoria de los
que me lean sin atreverme, por dignidad, a reproducirlos.
Eso era por Italia, con un Berlusconi bunga bunga, tanga en el alma, devorando jueces y
convirtiendo su mundo en un ridículo circo. Berlusconi anda cuidando viejos con
su cara reciclada como si de una lata de refresco se tratara. Berlusconi no
amaba a Merkel y prefería piel adolescente que le pusiera de punta los injertos
de su pelo.
Merkel vino a España. Encontró a Rajoy recortando la
sanidad, la educación, la dependencia. La emperatriz alabó que Mariano (ella
siempre le llama Mariano, como se llama a los criados que guardan la finca)
consiguiera que los niños pasaran hambre, que se desahuciara a miles de
familias, que miles de hogares no tuvieran ingreso alguno. Elogió que se vendan
hospitales, se concierten colegios con terreno regalado, se privaticen
servicios y se copague todo lo que haya que copagar. Le regaló a su amigo una
bandeja de plata con tijeras para que al tiempo que prometía bajar los
impuestos mostrara su voluntad de ahorrar cincuenta mil millones acortando el
salario de los funcionarios, tal vez la pensiones de cuatrocientos euros, las
ayudas a parados y a dependientes que no tendrán una mano amiga que los duche
todos los días.
Mariano es un hombre sensato. Besó a Merkel en muchas
ocasiones. Y la desagravió de los comentarios de Berlusconi buscando sus
mejillas (es exagerado decir que buscaba sus labios) y hasta le pidió a
Santiago que la abrazara. Y Santiago, pese a que tiene la mentalidad de
Gallardón respecto a la mujer, se dejó abrazar por ella, aunque enseguida
acudió al Deán de la catedral para que le absolviera del contacto físico con
una dama, para remate luterana.
Dicen los entendidos que dado que están cerca unas
elecciones municipales, autonómicas y a la vuelta de unos meses las generales,
el gobierno no será capaz de recortar nuevamente ni dinero ni derechos porque
es correr un riesgo de rechazo electoral.
Pero yo, que no soy un entendido, me planteo que Mariano debe cumplir la
promesa que le ha hecho a la emperatriz porque él es un hombre de palabra que
siempre cumple sus promesas. No hay más que comparar su programa electoral con
su praxis de gobierno para afincarse en esa afirmación. ¿Si no hay recortes
porque hay elecciones, significa que hay dinero suficiente para evitarlos? Pregunto. ¿Si ha habido recortes infames y
crueles cuando no había elecciones es porque faltaba dinero o porque se quiere
cambiar el modelo de sociedad? Pregunto.
¿O bien en uno y otro caso alguien le está buscando los labios a Merkel para
provocar un orgasmo al nazismo económico que liquida todo lo que se ha
conseguido encerrar en el campo de concentración de la miseria?
España es el país donde el muro que separa la riqueza
de la miseria más se ha agrandado. Nuestros hijos tienen hambre y no tienen
futuro. Nuestros padres son viejos a los cincuenta y han sido expulsados del
mercado laboral sin más horizonte vital que pedir por las esquinas. Nuestros
universitarios se marchan a servir cervezas y limpiar retretes con dos carreras
y un master. Nuestros investigadores tienen que emigrar a naciones que precisan
de gente bien formada. Se le pagan dos euros a un periodista por un artículo.
Se despide a nuestros trabajadores por capricho empresarial y por capricho
empresarial se cambian los turnos de trabajo. Nuestros parados tienen que irse
a Laponia mientras Ferrán está en la cárcel, Arturo Fernández debe una
millonada a la Seguridad Social (y a mucha honra, dice él), los pujoles se
pasean en Ferraris, algunos niegan sobresueldos, Bárcenas es un extraño para el
PP. los artículos de lujo crecen en ventas mientras disminuye la venta de carne
y pescado y los viejos regresan al avecrém para dar un caldo caliente a los
nietos, mientras Caritas y los comedores sociales reparten caridad porque la
justicia veranea en Suiza.
Y el pueblo silenciado por una ley de seguridad
ciudadana. Y la mujer expropiada de los derechos de su útero por un Gallardon
inquisidor. Y los pacientes de hepatitis C muriéndose porque Ana Mato tiene que
llenar el depósito de un jaguar que nunca vio. Y Fátima no recibe a los
sindicatos porque está despachando con la Blanca Paloma. Y Fernández Día se
encomienda a la virgen mientras machaca la carne negra de inmigrantes. Y
Floriano, y Pons, y Martínez Pujalte forzando el botafumeiro no vaya a ser que
Rajoy les dispare de madrugada y tengan que dedicarse a ser consejeros de
Telefónica o de Repsol.
Merkel y Rajoy se besaron. Ella se ausentó tranquila.
Sabe de la fidelidad de Mariano. El se entregará a la labor de empobrecimiento
del país. Es el regalo que ella le pidió antes de marcharse a tomar una cerveza
a Alemania servida por un universitario de Cuenca con dos carreras y tres
masters.
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