DECIR TU NOMBRE
Tengo las manos llenas de palabras
para hacerte,
para decir tu nombre
y enamorar tus huesos
de tu carne
Digo amor
y la luna entorna los
párpados
como si fuera a besarla.
Te digo y existes.
Te hago piel de tierra,
mujer de barro,
carne de perfume,
de jazmines reunidos.
Eres tú y me sonrojo
cuando te veo terminada,
culminada como un monte,
boca arriba como un río,
desnuda como la nieve.
Victoria eres. Bandera blanca.
Paz triunfante.
Tibia, caliente
cuando los besos
consiguen la meta de tu boca.
Se rompen los
cañones.
Se pierden las balas.
Quedan sólo palomas
y trigo,
pan caliente entre los labios.
Entre los dientes
la hierba morena de tu sangre..
Te recito entonces
poema de piel,
de tacto,
de huella recordada,
de agua resbalada
hasta el centro de tu centro.
Te pienso infinita y pequeña
con las medidas exactas
del beso.
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