RESURRECCION
De
repente tu carne
como
una epifanía,
una
resurrección al tercer día
con
la luz arterial,
delimitando
el tacto
para
que nadie profane el viento
en
la herida del costado.
Tu
memoria tiene antepasados
de
horizontalidad, de tumba abierta,
de
vientre de tierra con sexo de amapolas
para
sostener tu muerte boca arriba.
Echó
raíces tu cuerpo.
Alguien
puso piel a tu voz.
Se
hizo carne la luna
y
habitó entre los huesos
que
sostienen el cielo
infinito
de tu boca.
De
repente tu carne,
para
siempre tu carne
ardiendo
sobre un sepulcro
de
olvidos crucificados.
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