NOCHE
Una
noche clavada en cada esquina.
Sombra
hueca en los balcones
Colgadas
y dormidas las estrellas
como
pájaros sin primavera dentro.
Calles
agazapadas como perros
acechando
las piernas de la luna.
A
lo mejor detrás de las paredes
está
el tiempo bajo un arco de sables
y
albergan los tejados los gatos imposibles,
ojos
como puñales de los gatos
que
otean gatas prostitutas.
Y
los trenes lejanos como buitres
devorando
horizontes putrefactos.
No
hablo de amor. No puedo hablar de amor
porque
alguien arruinó las camas,
puso
en orden las sábanas,
empotró
la lujuria, esterilizó los besos
y
vasectomizó la esperanza
para
que nunca brote la alegría.
Estoy
sopesando la espesura
de
esta noche clavada en cada esquina.
Necesito
el peso exacto de las sombras
y
el color de los huesos de la luna.
No
puedo hablar de amor porque es un lujo
y
se ha reservado el derecho de admisión.
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