DESGUACE
Ni
Francia, ni Portugal, ni Mediterráneo. España ya no limita con nadie. Ni
siquiera consigo misma. España no existe. Es un conjunto de piezas sueltas,
expuestas en una anaquelería para que los demás elijan la que más le convenga
como repuesto barato de su egoísmo. Somos un desguace. Rajoy prometió plantarle
cara a Europa, al FMI y a todo el que pretendiera exigir que viviéramos por
debajo de nuestras posibilidades. Rajoy es el producto onanístico de Aznar y
Aznar tachó de pedigüeño a Felipe González cuando se empeñó en modernizar al
país y lo dotó de autopistas, de trenes orgullosos de velocidad, de servicios
que hacían más cómoda la vida ciudadana. Aznar despreció la historia y Rajoy
quiso despreciar al presente. La historia descuartizó a Aznar en Irak y el
presente ha humillado a Rajoy hasta envolverlo en papel denigrante de periódico
y permitirse humillarlo con un desprestigio internacional.
Este
gobierno y el partido político que lo sustenta siempre han afeado el nacionalismo
catalán, gallego o vasco para afirmarse en su propio patriotismo, glorioso de
movimiento nacional, de bandera roja, gualda y roja, de Cid Campeador, de Colón
poniendo el pie en las américas o de Santiago y cierra España. Y arrodillado
ante el Sagrado Corazón en vos confío, ha llevado la cruz del cristianismo en
la sangre como raíz insustituible de nuestra historia. España o es cristiana o
no es España, dice el Cardenal Cañizares. Y Aznar, ese ombligo gigante de sí
mismo, proclama las raíces cristianas de la patria como la tierra sin la cual
no floreceremos en el futuro.
Revestido
con esta indumentaria de pasado, de cruzado anti sarraceno, Rajoy pensó que iba
a ser respetado por el mundo. Y prometió mejorar la sanidad, y las becas y las
pensiones. Crear millones de puestos de trabajo, contemplar impasible el ademán
cómo los bancos y cajas se reestructuraban a sí mismos con los restos dejados
por unos directivos delincuentes. Ni un euro para esos pozos sin fondo
deshuesados por quienes de manera fraudulenta los ha vaciado de contenido
crematístico. No como ustedes, le decía Rajoy a Rubalcaba en el debate
preelectoral televisado. Y bajaremos los impuestos, y pagará más quien más
tiene, y mimaremos al funcionariado a los que han recortado el sueldo, y a los
viejos les subiremos las pensiones porque han de disfrutar de lo que ellos
mismo ahorraron para cuando la cachaba, el ventolín, el termalgín.
El
gobierno y el partido que lo mantiene despertaron al día siguiente de su
mayoría absoluta. No habían tenido acceso a la prima de riesgo, a las
dentelladas de los mercados, a las ambiciones del FMI, a los destrozos de los
bancos y cajas. Rajoy arregló los desperfectos veniales antes de irse a un
partido de fútbol, cenó jamón y langosta en el avión, elevó a la roja a los
altares y proclamó que él había presionado a todos sin permitir que nadie le
presionara a él. No sabían en qué país vivían. Y de repente se les vino encima
la herencia recibida. Zapatero, Zapatero, Zapatero…Psoe, psoe, psoe. Y por
culpa de esa herencia había que volcar las sacas del dinero en los bancos, y
suprimir derechos laborales adquiridos a base de sangre derramada, y amputar la
sanidad para convertir el dolor en negocio, y suplicar con sordina a los viejos
que se murieran pronto, y que no se emancipara la mujer porque engordaba las
listas del paro, y suprimir educación e investigación, acelerar los desahucios,
adecuar los puentes y los cajeros para que duermieran en ellos los vomitados
por la vida, y empujar a los ricos para que lo fueran más, y permitir que el
patrón desfogue una noche sin orgasmo
con un despido libre, y amputar convenios colectivos que preservaban derechos,
y animar los ERES sin injerencias judiciales, y rebajar los salarios para que
en lugar de trabajadores sean esclavos, y….
Y
cuando dentro de un tiempo venga otro gobierno, el que sea, qué herencia se va
a encontrar? Podrá reconstruir estos
trozos oxidados de intemperie, este puzle de vergüenza, esta cacharrería de miseria? Le será posible volver a conseguir que seamos
un país? Regresaremos de nuestra categoría de camareros, limpiabotas,
barrenderos de Europa para ser lo que éramos antes de esta estafa que algunos
llaman crisis? Será capaz de revertir las prioridades e implantar una jerarquía
de valores donde el esclavo sea nuevamente ciudadano?
Uno
pide que le tapen los ojos para no ver el cadáver, como quería Lorca para no
enfrentarse con la muerte elegante de Ignacio Sánchez Mejías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario