PUERTAS
Puertas herméticamente
cerradas.
A lo mejor dentro, tú.
Puertas de par en par
abiertas.
Sin ti. Hueco infinito,
Giratorias las puertas,
juego perverso
que termina en ausencias.
Resuelves la soledad en
soledad
porque no sabré si la
oquedad
eres tú
o si la instituyes
para ocultar lo que busco en
ti,
sin saber exactamente lo que
busco.
Escarbo el vacío
queriendo encontrarte,
deseando no encontrarte
porque soy contradicción
irredenta,
porque no logro definirme,
ni entenderme.
Sólo sabrá quién soy
quien me ame.
Por eso acudo a ti,
y te persigo
hasta alcanzar tu alma
derramada
en tu piel de luz,
de encuentro,
de sudor,
de carne húmeda,
de luna abierta para
albergar
lo que soy tal vez,
lo que tal vez no sea nunca.
Para archivar las ruinas
de esta ignorancia que me
define.
La vida es una costumbre de
puertas
que tapan sueños,
que producen lejanías,
que impiden que las lunas
digan su última palabra.
Seguiré llamando
por si tú,
por si yo,
por si el tiempo,
por si eso que llaman vida.
Tal vez la muerte sea un mar
diáfano.
Bastará a lo mejor pronuncia
el beso
Para inventar tus labios,
de la unidad tierna
en el definitivo cielo de tu
boca.
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