ANIVERSARIO
Hoy el corazón encuentra su propio corazón,
lo pone la memoria de acuerdo consigo mismo.
Madura la alegría
en el árbol del tiempo.
Tú y yo, en una esquina del viento,
frente a frente, los ojos solos,
Intuyendo, tocando los adentros,
palpando la sangre,
para ser conciencia,
para conocer las huellas
que llevan al futuro,
porque existe el futuro si lo hacemos.
Tú y yo, entonces,
cuando era sólo entonces,
tú con tu ayer, con mi ayer, yo
envueltos en gris marengo,
una puñado de besos, por si acaso,
de caricias, por si acaso,
de ternura, por si acaso,
de piel del alma, por si acaso,
carne de carne
erecta, por si acaso.
El corazón poniéndose de acuerdo,
recordando aquella esquina del viento
cuando tú eras tú
y yo casi yo,
para intentar el nosotros
y ser algún día aniversario.
Estamos, con un puñado de vida,
aprendidos los nombres,
deletreado el pozo de la sangre,
conocido el interior de la lluvia ,
las gotas de mayo
con amapolas dentro.
Brindo por el aniversario de tus ojos,
de tu pelo,
de tus pechos como juncos fluviales.
por las paredes de tu espalda
que sostienen el mundo,
por la yedra de tu sexo,
por las tardes de domingo,
por los martes y los viernes
macizos de distancias.
Brindo por las manos
que tocan los cuerpos,
que los hacen con el barro amoroso
y terminan con la piel que resbala
vientre abajo
hasta la definición suprema del encuentro.
Brindo por el tiempo encinta,
vencido de cuenta
que me crea, me hace
una nada creciente
que celebra
el tiempo que somos.
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