PIANO
Te busco entre el blanco y
negro de un piano.
Desconozco el color de tu
alma,
aunque suena en mi cuerpo la
música de tus ojos.
Blanca o negra.
No he visto el abrazo de tus
genes
pero creo en la policromía
de tu carne
cuando la luz y la sombra te
hacen sinfonía
para esta tristeza que me asfixia
la garganta.
Cierro los ojos e ignoro
si la música suena cercana o
entre horizontes.
No sé dónde estás tú,
ni siquiera si estás.
He reunido los ecos
como si fueras una
despedida.
Blanco y negro el piano que
suena
en las cuevas del alma,
estalactitas de luz
brotadas como un jardín de
recuerdos disecados.
Voy a mostrarle a los
turistas
las calles que anduvimos,
los árboles tatuados de
besos
y una eternidad grabada
con una fecha sin fecha
Dejé anotado el día que le
pedimos al río
si quería ser testigo de
nuestras lunas,
de los atardeceres,
cuando los labios,
cuando la piel estremecida,
cuando aprendieron los
cuerpos el camino de los cuerpos.
No pretendo tocarte,
tan sólo sentir tus notas
de piano blanco y negro
No hay comentarios:
Publicar un comentario