IMPOSIBLE
Eres tan imposible
como abrazar un monte.
No tengo las manos
facultadas
para tocar tu piel.
Imposible tu cuerpo
como un río de pié.
Tu sombra, tal vez,
perfil de luz
oscuro como tus pechos
intocables,
inaccesibles cumbres,
inabarcables caderas,
prójimas del tú más íntimo,
donde nace la madrugada
poblada de pájaros azules.
Enciende las ansias lo
imposible,
danza el fuego inutilmente,
gestos de amaneceres endeudados
con tus ojos lejanos.
No renuncio a lo imposible
porque estás,
porque existes,
porque alojas
la transparencia ausente
en los huecos del aire,
en las fronteras grises del
silencio.
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