jueves, 27 de febrero de 2014

EL RIO



No sé si es suficiente un rio
para que navegue la noche
vivida entre las sábanas.
A veces cabe  en un beso
todo el mar
y a veces hacen falta todos los brazos
para albergar tu cuerpo.
No sé por qué  pareces tan  pequeña en ocasiones
y en ocasiones eres un planeta
inabarcable, infinito, entre las manos.
Nunca tendré la respuesta
a las dimensiones
enamoradas de tu carne
al abismo insondable de tu vientre.
He probado a descolgarme por tu ojos,
por el azul de tu mirada azul
hasta donde eres más tú,
hasta la soledad que te identifica
como misterio planetario.
Y estabas y no estabas,
y tu nombre era un eco
rodando por el silencio
que conforma la niebla.
Pregunto por la identidad de tu piel
que no cabe en un río,
por esa plenitud
que no cabe en un beso.
Quiero resguardarte de la lluvia
que ilumina la hierba de mi alma
y soportar encima de mi cuerpo
la levedad de tu cuerpo
aportando ternura

al equilibrio vertical de mis sueños.

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