miércoles, 7 de enero de 2015

ESTOY LLEGANDO




Estoy llegando no sé a dónde.
La meta es un horizonte
roto en pedazos por pedradas de lluvia.
Estoy llegando
más allá de la espalda del silencio.
Mas allá,
donde los ríos no se llaman ríos,
sino espuma
y el mar se inaugura a sí mismo
cuando el amanecer
se va haciendo amanecer.
Aquí, es un adverbio de lugar,
una palabra que centra la existencia.
Ahora, es un tiempo que fija el beso,
que lo hace eternidad e instante,
que se clava en los labios
y muere en el cielo de tu boca.
Está llegando
al malecón de tu cuerpo mi oleaje,
abriendo camino
entre tus olas oscuras.
Mi grito te invoca.
Eres la última  alegría,
el último gemido de tu sexo que me llama
desde tu orilla,
cuando estoy llegando

a la orilla definitiva de mí mismo.

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